En el Día del Vino Argentino, se destaca el crecimiento de la producción en Salta, casi duplicando la superficie cultivada, pero también dando un salto cualitativo reconocido en el mundo.
Desde el 24 de noviembre de 2010 cuando se firmó el decreto presidencial que declaró al vino como la Bebida Nacional y luego en 2013 por una ley aprobada por unanimidad en el Congreso, se celebra en la Argentina esta fecha como expresión de reconocimiento a la importancia cultural que tienen el vino y la vitivinicultura en el país.
Salta cumple un rol destacado por la calidad de sus vinos, ya que el 99 % de lo que se cosecha se vinifica en vinos fraccionados, o sea que no son vendidos por granel. Al tener baja producción en comparación con otras provincias del país, se opta por una elaboración de calidad.
La transformación de la vitivinicultura en Salta de los últimos 20 años fue acompañada del crecimiento de la superficie cultivada(90%) y de la decisión estratégica de avanzar en vinos de mejor calidad, pensando en el consumidor interno, pero también en la exportación.
El año pasado la Provincia exportó por un total de U$S 21.847.892 a 102 países. Los principales destinos fueron Estados Unidos, el Reino Unido, Brasil, Canadá y Alemania
En base a datos provistos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura en las últimas dos décadas creció más del 75 % la cantidad de bodegas que producen en la provincia, pasando de 17 a 30 bodegas industriales.
El plus distintivo de Salta es la denominación de Vinos de Altura, ya que los viñedos se encuentran entre los 1600 y 3100 metros sobre el nivel del mar, lo que les otorga junto al clima y el suelo tipicidades únicas. Esta región vitivinícola se encuentra mayoritariamente en Salta, pero también es compartida con Tucumán y Catamarca.
La superficie de viñedos en los Valles Calchaquíes Salteños se ubica en los departamentos Cafayate, San Carlos, Molinos y Cachi) pasando en este proceso de transformación, de 1794 hectáreas a 3445 en el año 2019.
En nuestra Provincia el 58% de los viñedos corresponde a variedades tintas, destacándose la particularidad que encuentras ejemplares de Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat; en uvas blancas el eje pasa por la cepa Torrontés, que en Salta encuentra un lugar óptimo para su expresión.
Incremento del consumo interno
Los despachos de vinos al mercado interno siguen en alza y marcan un cambio en la tendencia para 2020, pese a la pandemia de coronavirus, ya que de acuerdo con las estadísticas oficiales, con datos de agosto, se registró un nuevo incremento.
Según los análisis cuantitativos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, el acumulado de los primeros ocho meses del año continúa consolidando la tendencia positiva del rubro y ofrece un panorama optimista para festejar los diez años de la fecha que celebra al vino argentino.
Argentina se constituyó en el primer país vitivinícola en conseguir esta declaración, que resalta el valor cultural del vino y su rol en la identidad nacional.
Durante el mes de agosto, los despachos al mercado interno superaron los 85 millones de litros y dejaron en 621 millones de litros el acumulado de los 8 primeros meses del presente año, que significa un crecimiento del 8,2% con respecto a igual periodo de 2019, logrando durante el 2020 revertir la tendencia de los últimos cuatro años en la vitivinicultura argentina.
Exportaciones nacionales
De acuerdo a las cifras del INV, entre enero y octubre, se exportaron 337,5 millones de litros de vino, es decir, 88,8 millones más con respecto al mismo período de 2019, siendo «tractorizadas» por la venta de vino a granel, que arrojaron un crecimiento de 90,5%, mientras que el vino fraccionado también operó en suba, con una variación positiva de 6,1%.
En 2019 se había logrado un aumento del 7,3% en volumen de vino exportado, hasta rozar los 272 millones de litros, la mayor cantidad de los últimos 6 años.
El sector fue beneficiado con un esquema de nuevos porcentajes de reintegros a las exportaciones para posiciones arancelarias de vinos y mostos, que tendrá impacto en 690 empresas exportadoras con una inversión pública extra de más de $200 millones.
Sin embargo, la Argentina todavía tiene un enorme potencial en cuanto a sus exportaciones de vino, ya que sigue siendo el país productor menos internacionalizado del hemisferio sur. Según estadísticas de Wines of Argentina (WOFA), entre los principales productores de vino a nivel mundial, Argentina es el que menos recursos invierte en promoción de sus vinos en el exterior.
Juegan en contra para seguir creciendo en el mundo los altos aranceles que impiden el crecimiento de las exportaciones en mercados clave como la Unión Europea, China, Corea, Japón y México.