El procedimiento se realizó en la frontera con Bolivia. Había 9 ladrillos de droga ocultos debajo del lavamanos. Los choferes del ómnibus quedaron detenidos.
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP desarticularon un intento de contrabando de cocaína en la frontera con Bolivia. Ocurrió durante un control vehicular en el Paso Fronterizo Internacional Salvador Mazza-Yacuiba, luego de que un examen no intrusivo revelara imágenes sospechosas en el baño de un micro de larga distancia, proveniente del país vecino.
El procedimiento comenzó cuando un vehículo de dominio boliviano se presentó en el área de transporte de cargas y de pasajeros para ingresar a la Argentina. El vehículo procedente de Cochabamba -ciudad que se encuentra a alrededor de 1.000 kilómetros de Salvador Mazza- fue sometido a escaneo y, en ese momento, los operadores del equipo de rayos-X de la Aduana distinguieron imágenes anómalas para ese tipo de colectivos, en la zona del baño.
En ese marco, procedieron a la revisión exhaustiva del espacio en presencia de dos testigos: con un destornillador, retiraron una tapa del lavamanos y, escondidos en su interior, constataron la presencia de 2 bultos rectangulares envueltos en cinta negra. Luego, el desarmado del repositorio de toallas de papel detectó 7 bultos más, de iguales características.
Los ladrillos contenían un polvo blanco que, sometido al narcotest de campo con el reactivo específico de cocaína, arrojó resultado positivo. El pesaje de los paquetes dio un resultado de 10,200 kg, por lo cual su valor se estima en $141.678.000.
La Aduana comunicó la novedad a la Fiscalía Federal de Tartagal e intervino el auxiliar fiscal Luis Martín Aguilera, quien ordenó el secuestro de la totalidad de la droga y la detención de los choferes del colectivo en carácter de incomunicados.