Los hechos habrían sido cometidos por el marido de su madre, de quien actualmente se encuentra separada. La menor era amenazada para que no contara los abusos.
La Fiscal Penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual, Maria Soledad Filtrin Cuezzo, imputó a un hombre por la presunta comisión del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda, y la convivencia y desobediencia judicial en concurso real en perjuicio de una menor de edad.
La investigación se inició a partir de la denuncia efectuada el pasado lunes, por una mujer en contra de su esposo, de quien actualmente se encuentra separada. Según expuso, su hija de 17 años de edad manifestó que el hombre la abusaba sexualmente desde los 12 años y que la situación se repitió dos semanas atrás por la noche, en circunstancias en las que el denunciado fue a retirar a sus otros tres hijos biológicos para llevarlos a su vivienda.
La denunciante mencionó que con el acusado convivieron desde que su hija tenia cinco años, y que la menor le manifestó que no había contado antes lo que sucedía porque el acusado la mantenía amenazada.
En tanto, la menor ratificó ante la Fiscalía la acusación de su madre, mencionando que el acusado aprovechaba cada momento que se quedaban a solas para cometer el delito, lo cual hacia de manera consciente ya que no consumía ni alcohol ni otras sustancias. Posteriormente, una médica del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) pudo constatar signos de abuso en la menor.
El delito que se le atribuye al acusado, se encuentra agravado debido al vinculo matrimonial que existe entre el imputado y la madre de la damnificada (aun cuando se encuentran separados), ya que ambos convivían en idéntica morada, por lo que en consecuencia el hombre también se encontraba a cargo del cuidado de la menor, circunstancias que han sido aprovechadas a fin de lograr con éxito sus acciones ilícitas.
Respecto al delito de desobediencia judicial, el imputado ignoró disposiciones de la Jueza de Violencia Familiar y de Género, que le impuso medidas de exclusión del hogar, prohibición de ejercer hechos de violencia, y prohibición de acercamiento al domicilio de la víctima (lugar en el cual también reside la menor damnificada). El último episodio de afrenta sexual se habría llevado a cabo en horas de la noche y en el inmueble de la denunciante, al cual el hombre ingresó, desoyendo deliberadamente el mandato judicial que pesa en su contra.