Se trata de un fondo que tenía en su poder deuda pública que entró en default en 2001 y que no ingresó a los canjes. Ahora busca activos de la Argentina para conseguir un embargo.
Finalmente ocurrió lo que tenía que ocurrir: un fondo buitre que tiene orden de embargo sobre activos argentinos pidió información sobre el oro argentino que el gobierno de Javier Milei depositó en un banco inglés. La maniobra es el primer paso de lo que podría terminar con una confiscación de lingotes en concepto de cobro de la deuda que el Estado mantiene con ese acreedor.
La operación fue iniciada por el Bainbridge Fund, que en marzo del año pasado logró un fallo a favor de la jueza de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, que dio luz verde al embargo de activos argentinos por 95,8 millones de dólares. Este fondo tenía en su poder deuda pública que entró en default en 2001 y que no había ingresado a los canjes ofrecidos por varios gobiernos.
Como la deuda sigue vigente, al parecer el fondo buitre tiene toda la intención de cobrársela con el oro que el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, sacó de las bóvedas del Banco Central (BCRA) y lo embarcó hacia el Reino Unido.
Caputo y el oro
Podría ser la crónica de un saqueo anunciado. Cuando la oposición en el Congreso tomó conocimiento de esos giros realizados en varias oportunidades, lo denunció públicamente y a través de pedidos de Acceso a la Información Pública le exigió al BCRA que informe al respecto.
Es más, el diputado Sergio Palazzo y varios de sus pares de Unión por la Patria avisaron que esos lingotes enviados al exterior eran activos argentinos que corrían riesgo de ser embargados.
El Gobierno no sólo denegó el pedido sino que minimizó la posibilidad de que algún acreedor solicitara un embargo. Es más, el ministro Caputo calificó de “burros” a los legisladores que habían pedido esa rendición de cuentas.
Lo que único que el titular del Palacio de Hacienda dijo cuando fue consultado al respecto durante una entrevista por un canal oficialista fue que el oro efectivamente había sido sacado del país para ser depositado en el exterior y someterlo a las especulaciones del mercado internacional.
“Si tenés el oro afuera le podés sacar un retorno” en un momento en que “el país necesita maximizar los retornos de sus activos”, afirmó el funcionario.
Ahora que un fondo buitre sobrevuela sobre ese oro habrá que determinar si el Gobierno obró con impericia, si hizo la vista gorda frente a esa posibilidad o si actuó deliberadamente para que ocurriese.
El fondo buitre que quiere el oro
El dato de que el Bainbridge Fund pidió información sobre los lingotes que Caputo y Milei sacaron del país fue revelada por el analista internacional Sebastián Maril. En su cuenta de X, el especialista publicó un documento que da cuenta del pedido a la jueza Loretta Preska.
El texto dice que la Argentina “había declarado que las reservas de oro pertenecen únicamente al BCRA y que no tenía más información” más que la que la autoridad monetaria “había puesto a disposición del público”. “La República (Argentina) también declaró que no tenía correspondencia ni ninguna otra comunicación sobre las reservas”, explicó el fondo en su nota.
“Bainbridge se encuentra en pleno discovery (proceso de búsqueda) de activos para cobrar una sentencia impaga” y “también busca tomar posesión de las acciones de YPF en manos del Estado”, aclaró Maril.
De hecho, Bainbridge Fund tiene luz verde propia. Cuando en marzo de 2023 Preska falló a favor de esa demanda abrió las puertas para que el embargo se tome de una cuenta que tiene el BCRA en la Reserva Federal (FED) estadounidense, proveniente de una garantía que la Argentina había creado con los bonos del Plan Brady, emitidos en la década del ’90.
A principios de septiembre último, el Banco Central había confirmado parte del envío de reservas en oro al exterior. No precisó el destino ni la cantidad aludiendo a razones de confidencialidad. Lo que sí se sabe es que, hasta agosto, el nivel de reservas en las bóvedas sumaban aproximadamente 4.981 millones de dólares.