La denuncia la presentó en la comisaría, luego de escapar dos veces de los abusos sexuales. El sujeto recién fue detenido cuando violó una medida perimetral de la justicia.
El fiscal Penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Pablo Rivero, imputó provisionalmente a un hombre por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización agravado por el vínculo; abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo; lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y desobediencia judicial, todo en concurso real.
La intervención de la fiscalía inició a raíz de una denuncia radicada por una mujer en la Comisaría de Campo Quijano. Allí, aseguró que el 9 de octubre llegó a su domicilio a las 5 de la mañana y fue recibida por su padre, que comenzó a darle golpes, la despojó de su ropa y la manoseó.
La joven logró escapar de la casa y huyó hacia la casa de una bisabuela, a donde fue a buscarla el padre, que la trasladó por la fuerza a la vivienda familiar. Allí, su padre la encerró en el baño, la desnudó y amenazándola, le exhibió sus genitales y le dijo que la violaría.
La joven forcejeó con su padre y logró huir a la casa una abuela.
Tras la denuncia, el Juzgado de Garantías Nº 8 dictó al hombre prohibición de acercamiento de un radio de 300 metros a la víctima, como así también la prohibición de tener contacto con ella por cualquier medio. Sin embargo, quedó libre y el 15 de octubre, le envió una serie de mensajes a través de redes sociales.
Por todo ello, el fiscal Pablo Rivero solicitó la detención del hombre y, tras imputarlo requirió al Juzgado de Garantías que se dicte la prisión preventiva, cosa que, hasta el momento, no fue resuelta.