Por el operativo de seguridad, la policía valló dos cuadras a la redonda de la Catedral Basílica de Salta y limitó el ingreso para garantizar el distanciamiento. Sin embargo, hubo empujones y desbordes.
Desde las primeras horas del miércoles, la policía montó un gigantesco operativo de seguridad para evitar aglomeraciones en inmediaciones de la Catedral Basílica y valló todo el centro de la ciudad.
Para garantizar el distanciamiento, limitó el ingreso por dos accesos: Caseros y Dean Funes y España y Balcarce, y sólo permitió ingresar 200 personas por acceso.
Esa restricción enojó a las numerosas personas que pasaron la noche esperando para poder participar de la primera misa del día y hubo insultos, empujones y hasta levantaron una valla para poder ingresar.
El incidente no pasó a mayores porque los mismos fieles ayudaron a los policías y pidieron paciencia.