Huella de carbono

Huella de carbono: medir para mitigar, reducir o remediar los GEI

En el Día Mundial por la Reducción de Emisiones de Dióxido de Carbono, desde Comunidad RSE entrevistaron a Lucía Barcia, directora de la empresa Impactos Ambientales SA, sobre la importancia de medir la huella de carbono y armar una estrategia de cuidado del ambiente.

Comunidad RSE: ¿Qué es la huella de carbono?
Lucía Barcia: Desde la revolución industrial hace más de 200 años, nuestro planeta registra un aumento constante en su concentración de Dióxido de Carbono en su atmósfera. En esta era geológica denominada Antropoceno, se ha acelerado este proceso de aumento en la concentración de gases, generando cambios en nuestro clima global. A partir de ello, distintos organismos internacionales han desarrollado instrumentos que nos permiten evaluar esta generación de CO2, para luego poder tomar medidas de acción enfocadas en reducir esta generación de gases. Es así que la determinación de la Huella de Carbono se conforma como un indicador ambiental que nos permite contar con un patrón común de medición. Una vez conocida la generación de CO2, se diseñarán estrategias de remediación (reducción o compensación) orientado a actores públicos o privados.

C.RSE: ¿Cuál es la relevancia de medir la generación de CO2?
L.B.: Este patrón de medición se enfoca en el cálculo de la concentración de gases de efecto invernadero que emana un individuo, una empresa privada o el sector público, de forma directa o indirecta, expresado en CO2 equivalente. Esta misma medición puede ser aplicada a eventos, actividades realizadas para la prestación de un servicio o generación de un producto.

La metodología de medición para la Huella de Carbono se encuentra estandarizada mediante la aplicación de metodologías bajo normas internacionales ISO 14069, 14067, Protocolo Global para Inventarios de Emisión de Gases de Efecto Invernadero a Escala Comunitaria (CITIES).

Calcular la HC y contar con la certificación internacional permite a quien lo realice, garantizar a nivel internacional sus esfuerzos de mitigación de su generación de gases de efecto invernadero. Esta herramienta permite el acceso a mercados internacionales de comercio garantizando la transparencia en sus procesos.

La medición de nuestra generación de gases será clave para la planificación de medidas de mitigación, remediación o reducción orientadas a la mejoría interna tanto de individuos, empresas u organismos estatales. Por todo ello es que debemos estar agradecidos de los organismos internacionales que nos han permitido contar con estas nuevas herramientas que nos ayudarán a mejorar nuestro perfil ambiental.

C.RSE: ¿Qué consejos que podría darnos?
L.B.: Modificar nuestros comportamientos. Sabemos que la suma de nuestros comportamientos individuales no suma un colectivo, debemos trabajar primero desde nuestras políticas publicas adhiriendo a toda actividad privada y hacia todos los individuos. Nuestra cotidianidad se encuentra enmarcada en el consumo de combustibles fósiles y la generación de GEI, para ello debemos entonces revertir nuestra matriz energética. La generación de residuos es otra actividad que repercute y genera gases. Para revertir este proceso se deben desarrollar mecanismos de compensación y uno de ellos puede ser mediante la forestación con especies certificadas que permita captar la concentración de gases que estamos emitiendo.

Se debe hacer una planificación de acciones a nivel sociedad, porque tenemos que decir que esto tiene que ser consecuente y permanente y tener una tendencia de reducción.

A nivel individual también se puede tomar distintas acciones como emplear menos tiempo los elementos eléctricos; desconectar los aparatos cuando uno no los utiliza; mantener limpias las heladeras; utilizar bolsas de telas en lugar de bolsas de plástico, entre muchas más.

La economía circular deberá ser el enfoque que debe adoptar nuestra sociedad, replicar los mecanismos, relaciones y sinergias que ocurren en la naturaleza en nuestras actividades y procesos industriales, nos permitirá alargar la vida útil de nuestros productos, reducir la generación de gases y residuos y mejorar nuestra calidad de vida.

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