Ocurrió el pasado 12 de octubre en Salvador Mazza. El agente estaba ebrio y fue acusado de provocar un altercado donde amenazó con un arma de fuego reglamentaria.
Este viernes, el fiscal penal de Salvador Mazza, Jorge Armando Cazón, imputó provisionalmente a un efectivo policial por la supuesta comisión de los delitos de amenazas y abuso de armas, en calidad de autor según lo dispuesto en el artículo 45 del mismo código.
Tras la imputación, se le tomó declaración y se dispuso que continúe detenido. El agente de 24 años, presta servicios en la Comisaría DUR-2 de Orán, y estaba con franco de servicio el día del hecho.
La intervención de la Fiscalía Penal de Salvador Mazza se produjo a partir de actuaciones iniciadas por la Comisaría N° 40 de la misma localidad (DUR-4), luego de un incidente ocurrido el 12 de octubre de 2024, alrededor de las 6:45 horas, en la intersección de las calles Monteagudo y José Hernández, en el barrio Pueblo Nuevo.
Según consta en la denuncia presentada, el acusado, quien se encontraba en franco de servicio, llegó al lugar en una motocicleta mientras el denunciante conversaba con un grupo de amigos en la vereda. En medio de la situación, el acusado totalmente borracho comenzó a insultar, dirigiéndose de manera desafiante hacia el grupo.
Al intentar retirarse, el denunciante fue interceptado por el acusado, quien extrajo un arma de fuego reglamentaria y le apuntó a la cabeza. Fue entonces que se le impidió abandonar el lugar y se lo arrojó al suelo de su motocicleta.
Ante esta situación, los acompañantes del damnificado intervinieron rápidamente, logrando desarmar al acusado y someterlo hasta que uno de ellos solicitó la asistencia policial.
Efectivos de la Comisaría N° 61 llegaron al lugar y procedieron a trasladar al acusado al hospital para su evaluación médica.
Las primeras investigaciones y pruebas reunidas tanto por la policía como por la Fiscalía permitieron formalizar la imputación del acusado, conforme lo establece el artículo 241 del Código Procesal Penal. El fiscal Cazón informó que la causa sigue su curso, y el imputado permanece bajo detención mientras se avanza en el proceso judicial.