En el medio de un temporal, el Rojo y el Xeneize igualaron 2-2 con los tantos de Benedetto (2), Togni y Soñora.
El clásico entre Independiente y Boca que se desarrolló en el Estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini no tuvo un fútbol de alto vuelo, pero sí contó con varios condimentos que terminaron transformando al duelo en atractivo. Empataron 2-2 en un evento que tuvo polémicas, expulsiones y hasta una detención por más de 20 minutos producto de la incesante lluvia que cayó sobre Avellaneda cuando finalizaba la segunda etapa.
No hubo grandes diferencias de juego entre los equipos en los 45 minutos iniciales. Incluso, hasta que llegó el primer gol de Boca para abrir el marcador casi no se había registrado acción en las áreas.
Pero todo cambió cuando el defensor Lucas Rodríguez cometió un error infantil adentro de su área tras recibir un pase atrás. Controló mal, demoró demasiado en reaccionar y, cuando intentó tocar la pelota, Sebastián Villa apareció a toda velocidad para robarle la bola y generar un penal. Fue Darío Benedetto el encargado de cruzar el remate para romper el cero en el tanteador.
La respuesta llegó un rato más tarde cuando un córner de la izquierda encontró en las alturas a Juan Manuel Insaurralde –que debió ser expulsado por un brutal golpe a Villa minutos antes–. El defensor bajó la pelota, Carlos Benavídez no pudo controlarla y el que le sacó rédito fue Gastón Togni, quien irrumpió a toda velocidad, se la llevó por delante y la empujó al gol casi abajo del arco.
Andrés Roa pudo haber estirado la distancia con un buen cabezazo que sacó al córner Agustín Rossi, pero el que volvió a celebrar fue el Pipa Benedetto en los segundos finales de la etapa principal. Un lanzamiento de Luis Advíncula desde el costado izquierdo tomó una parábola rara, Juan Ramírez no pudo sacarle provecho, pero el nueve del Xeneize sí supo estar en el lugar indicado para definir al gol de zurda casi desde el punto penal.
Sin lograr una reacción en su equipo, con apenas unas leves aproximaciones, Domínguez aplicó otro movimiento estructural con el ingreso de Alan Soñora, Tomás Pozzo y Rodrigo Márquez para los últimos 20 minutos en medio de un diluvio en Avellaneda.
En ese contexto, el número 10 del Rojo gritó el 2-2 cuando la tormenta azotaba con virulencia el estadio. Batallini abrió para el sector izquierdo, el lateral Rodríguez subió hasta el vértice del área y sacó un remate rasante que cruzó de lado a lado el arco de Rossi. Soñora, en absoluta soledad, irrumpió por el segundo palo para empujarla al empate.