El segundo país más poblado del mundo espera vacunar a 300 millones de los 1.300 millones de habitantes para julio, un número casi similar al de toda la población estadounidense.
India dio comienzo la mayor campaña de vacunación contra el coronavirus del planeta, una tarea colosal y compleja en un contexto de miedo sobre la seguridad de la vacuna, una infraestructura tambaleante y el escepticismo público.
El segundo país más poblado del mundo espera vacunar a 300 millones de los 1.300 millones de habitantes para julio, un número casi similar al de toda la población estadounidense.
Los trabajadores sanitarios, los mayores de 50 años y las personas consideradas de alto riesgo son los grupos prioritarios para recibir dos vacunas aprobadas, aunque una de ella todavía no ha completado los ensayos clínicos.
Solo el primer día el plan es inyectar la primera de dos dosis a 300.000 personas, aprovechando la experiencia del país en organizar elecciones y campañas de vacunación infantil de la polio.
Para personal de la salud que ha trabajado a destajo para mantener a flote el sistema durante la pandemia, la vacuna ofrece una muy necesitada dosis de confianza en que la vida puede volver a cierta normalidad.
«Estoy entusiasmada por ser una de las primeras personas en recibir la vacuna», dijo la enfermera Gita Devi, mientras se levantaba la manga del brazo izquierdo para darse la inyección, informó la cadena televisiva BBC.
«Estoy feliz de recibir una vacuna hecha en la India y de que no tengamos que depender de otros para esto», agregó Devi, quien ha tratado a pacientes durante toda la pandemia en el hospital de Lucknow, la capital del estado central de Uttar Pradesh.