El Presidente encabezó el segundo encuentro del Consejo Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y de la Pesca Artesanal. Pidió «empoderar» a la economía popular.
El presidente Alberto Fernández afirmó que «la única sociedad que puede progresar es una donde todos sean reconocidos» y dijo que le «duele mucho como está construida esta Argentina», con un «centro muy rico» y dos regiones «periféricas, el norte y el sur, a las que les cuenta mucho crecer», al anunciar una partida de 100 millones de dólares para impulsar y promover la agricultura familiar.
Fernández resaltó la importancia de la agricultura familiar para producir alimentos ecológicos que tienen «un mercado enorme en el mundo» y destacó que el dinero que se destinará a esa actividad «va a ayudar a hacer una Argentina más fuerte y poderosa».
Esa actividad es «parte de esa nueva economía que llamamos economía popular, que necesita que la sociedad la registre, la ayude, la impulse y la haga crecer», al anunciar la reglamentación de la ley 27.118, que declara «de interés público la agricultura familiar, campesina e indígena» y crea un régimen de reparación histórica para el sector.
Al hablar en el segundo encuentro del Consejo Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y de la Pesca Artesanal, realizado en el Centro Cultural Néstor Kirchner, el presidente destacó la necesidad de impulsar esta actividad para que «los agricultores cosechen, generen alimentos para los argentinos y no tengan que pensar en dejar el lugar en el que han nacido para ir a buscar un futuro mejor en otro lado».
Fernández apuntó que «hay un mercado enorme en el mundo para vender productos ecológicos», lo cual representa una «enorme oportunidad» para la Argentina y que quien puede producirlos es «la «agricultura familiar».
«Los seres humanos nos hemos dado cuenta que estamos destruyendo el planeta y que, en busca de producir más alimentos, no estamos produciendo los alimentos más sanos», señaló al referirse a los motivos de la demanda de ese tipo de productos.
Por ello, abogó por «empoderar» a la economía popular, a la que diferenció de la «economía informal, sino que es otra realidad», para «ayudar» a que ese sector esté en «condiciones de poder crecer», al tiempo que ratificó su compromiso «de siempre» con los sectores más humildes y ratificó su deseo de que la agricultura familiar «pueda hacerse realidad en Argentina».
Planteó Fernández que «la única sociedad que puede progresar es una donde todos y todas somos reconocidos, y que no deje en los márgenes a ninguno», y manifestó que le «duele mucho como está construida esta Argentina», en referencia a que el país tiene un «centro muy rico» y dos regiones «periféricas, el norte y el sur, a las que les cuenta mucho crecer».
Justificó su decisión de derivar un aporte de 100 millones de dólares, provenientes de créditos otorgados por el Banco mundial para el desarrollo agropecuario, a fin de que la agricultura familiar «se pueda hacer realidad en la Argentina», porque «está en manos de sectores débiles y tenemos que empoderarlos».