El pasado viernes 13 del corriente, en una de las redes sociales que posee la institución (no se especificó cuál de todas) llegó el mensaje «alertando sobre el posible intento de ingreso al país de nitrato de amonio», indicó la fuente a la que tuvo acceso este medio.
Este producto para la fabricación de explosivos, advirtió, fue ingresado al territorio nacional por parte de «una persona» proveniente de la República del Paraguay.
Entre la información que otorgó el anónimo figuró el cometido final que tendría el nitrato de amonio: «El posible objetivo de ese explosivo sería la comunidad judía».
Según trascendidos, el señalado es un hombre, del que se conocería su alias, e intentó con el material desde la ciudad de Encarnación, en Paraguay, a Posadas, Misiones.
«La Cancillería Argentina informó de esta situación al Ministerio de Seguridad de la Nación, que puso en conocimiento a la Dirección General de Coordinación Internacional de la Policía Federal Argentina (PFA), la que está realizando diversas tareas de inteligencia criminal con el fin de identificar a la persona mencionada», revelaron.
A su vez, el personal de la Unidad de Investigación Antiterrorista de esa fuerza de seguridad realizó consultar con el magistrado interviniente del Juzgado Federal Nro 6.
Tras lo cual, se decidió «poner en conocimiento de la situación a las cuatro Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales, a la Dirección General de Aduanas y la Dirección Nacional de Migraciones, atento al posible intento de ingreso de la persona en cuestión».
El Ministerio de Seguridad y el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista dieron cuenta sobre los datos obtenidos al fiscal federal Eduardo Taiano y la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo del Juzgado Federal 6.
Posteriormente, el fiscal y la jueza mantuvieron comunicaciones con la AFIP y la Dirección Nacional de Migraciones, y solicitaron precisiones a la Cancillería en torno al mensaje recibido.
Ante esta situación, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, aseguró que la entidad ya “estaba informada y tenía conocimiento” del hecho y remarcó que los edificios de esta institución se encuentran «bajo custodia».
“Velamos por la seguridad de la comunidad judía y todo lo que recibe está todo el tiempo barriendo la información y lo distribuye a quien corresponde”, manifestó en diálogo con el medio DataClave.