La Corte Suprema de Estados Unidos revocó una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.
La Corte Suprema de Estados Unidos anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en ese país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al “pueblo” y sus “representantes electos”.
La decisión revoca tanto la sentencia conocida como “Roe versus Wade”, acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como otra resolución de 1992, “Planned Parenthood versus Casey”, que reafirmaba dicha protección pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.
“Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos”, dice literalmente el fallo redactado por el juez Samuel Alito en una frase que ya recogía también su borrador, filtrado a los medios en mayo.
La decisión se tomó por mayoría, con seis votos a favor -aunque con uno de ellos con una opinión separada- y tres votos en contra.
Los que votaron a favor insisten en no considerar el aborto un derecho constitucional ni tampoco un derecho apoyado por la “historia o la tradición” estadounidenses.
Además considera que “Roe versus Wade” fue “ofensivamente incorrecto” y “chocaba” con la propia Constitución. Y añade que el otro fallo que ratificaba el derecho al aborto, “Planned Parenthood versus Casey”, en 1992, “perpetuaba” esos errores.
Los tres jueces progresistas del Supremo votaron, como se esperaba, en contra de esta decisión.