Según las cifras oficiales del Indec, pasó del 13,6% en el segundo trimestre del año pasado al 27% en el mismo período de 2024.
La radiografía de la Argentina de hoy es la de un pueblo empobrecido, con más de la mitad de su población bajo la línea de pobreza (52,9%) y casi un 20% en situación de indigencia. La crisis económica alcanza a todas las esferas, pero sus consecuencias se profundizan en los sectores más vulnerables, afectando a familias enteras. Y es que, durante el gobierno de Javier Milei, la indigencia entre niñas, niños y adolescentes se duplicó: pasó del 13,6% al 27% entre la población de 0 a 14 años en el último semestre, según datos aportados por el INDEC.
El Gobierno destaca su política social, con un incremento real en las partidas destinadas de la Tarjeta Alimentar (TA) y la Asignación Universal por Hijo (AUH). Entre diciembre y junio las subas fueron de 137,5% y 259,9%, respectivamente, frente a una inflación del 115,55% acumulada en ese período. De todos modos, la política resulta insuficiente para paliar las cifras de pobreza.
La contracara del aumento de la pobreza es un país más desigual. El 10% más rico de la población, que antes ganaba 16 veces más que el 10% más pobre, en el segundo trimestre de 2024 pasó a ganar 19 veces más, según el último relevamiento del INDEC.
De acuerdo a lo que explicó el sociólogo y desarrollador económico Daniel Schteingart, con Ámbito la fuerte suba de la desigualdad se explicó en gran parte por la quita de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. «El grueso de la suba se explica porque al decil 10 le fue mejor que al resto», resaltó.
Cabe destacar que los ingresos de los sectores del nivel más bajo no lograron acompañar a la inflación en el último año. Sin embargo, en el sector de mayores recursos, no hubo pérdida de poder adquisitivo. En términos absolutos, los hogares más pudientes pasaron de contar con ingresos de hasta $5.130.000 a los $43.240.000, (+742,9%) entre el segundo trimestre de año pasado y el mismo período del 2024. En tanto, los de menores ingresos pasaron de percibir hasta $76.000 en el segundo semestre de 2023 a $230.000 en el mismo período de este año (+202,6%). La inflación fue de 271,5% interanual en junio 2024.
El impacto de la indigencia en las niñas, niños y adolescentes es, obviamente, consecuencia directa del deterioro de los ingresos del hogar. En este sentido, afectó tanto el congelamiento del programa Potenciar Trabajo desde diciembre de 2023, dirigido a los trabajadores de la economía popular; así como el aumento del desempleo y la recesión, que impacta con mayor dureza en los sectores más vulnerables.
«Una de las causas de este nivel de pobreza infantil, es que el Gobierno incrementó la AUH y la TA en forma simultánea con el congelamiento del Programa Potenciar Trabajo. El resultado es que las familias beneficiadas por todo el conjunto de programas, registraron una caída real en sus ingresos», explica el informe «Los hijos e hijas de la pobreza extrema solo pueden ser indigentes», de ISEPCi, que realizaron Rubén Ciani e Isaac Rudnik.
En uno de sus últimos informes sobre la Argentina, UNICEF alertó que un millón de niñas, niños y adolescentes se van a dormir sin cenar y esa cantidad se eleva a 1,5 millones si se incluyen a aquellos que se saltean alguna de las comidas durante el día. Los comedores, a los que Nación le suspendió el envío de alimentos y con quienes mantiene una contienda judicial, cumplen la función de acercar un plato de comida a ese 1,5 millones de niños para que puedan completar una alimentación básica, que a nadie deberían faltarle, ya que está contemplado como un derecho humano.