La baja interanual ascendió al 7,4% hasta agosto y la actividad también mostró una merma respecto de julio, de 0,9%. El Indec había mostrado suba desestacionalizada.
Aunque con sectores que se están recuperando en la comparación mensual desestacionalizada, la actividad industrial en general sigue enfrenando un panorama complejo, a pocos meses de cerrar el 2024.
De acuerdo con el informe productivo que publica mensualmente la UIA, el sector manufacturero tuvo en agosto una caída del 7,4% respecto del mismo mes del año pasado, y también registró una contracción frente al dato de julio (-0,9%), a diferencia del número dado a conocer por el Indec, que reflejó una caída interanual similar pero un alza versus el mes anterior.
Según la UIA, el sector industrial acumula quince meses de caída interanual consecutiva y una baja de 12,1% en lo que va del año. Sin embargo, los datos preliminares de septiembre sugieren una leve mejora en la comparación intermensual, indicó la central fabril.
“El sector industrial argentino se ve afectado por varios factores que limitan su competitividad. Un estudio comparativo destaca que el país se encuentra entre los menos competitivos de la región debido a asimetrías en infraestructura, energía, conectividad, logística, presión tributaria, bajo financiamiento y aumento de costos en dólares. Estos problemas estructurales han llevado a una pérdida de empleos y una competencia desleal frente a la importación de bienes terminados”, indicó el informe del Centro de Estudios Económicos (CEU) de la UIA.
En el análisis de sectores específicos, los despachos de cemento cayeron un 18,3% interanual, mientras que el sector automotor experimentó una disminución del 12,6%. El consumo de energía eléctrica por parte de grandes usuarios industriales también se redujo un 7,7%. Por otro lado, los patentamientos de maquinaria agrícola, que habían mostrado un buen comportamiento en agosto, volvieron a caer un 6% interanual.
A pesar de este contexto adverso, algunos sectores han mostrado signos de recuperación. Las importaciones desde Brasil aumentaron un 25,3% interanual, mientras que las exportaciones hacia el mismo país crecieron un 29,2%, impulsadas principalmente por el sector agroindustrial. Además, la liquidación de divisas registró un incremento del 21,3% interanual.