Una mujer denunció a su pareja por mantenerla encerrada por cuatro días y golpearla salvajemente. Recuperó la libertad sólo cuando el sujeto la llevó al médico.
Esteban Julián Fernández fue denunciado por su pareja, con quien convive. Ella contó que hace unos años su relación cambió, ya que él comenzó a maltratarla.
Expuso en su denuncia que desde el 8 de mayo de este año la mantuvo encerrada en su domicilio durante cuatro días, y que logró salir de su encierro únicamente cuando él la llevó al Sanatorio para que le examinen las heridas que él mismo le había provocado, aunque en esa oportunidad no contó lo que había sucedido realmente, ya que no estaba segura de querer denunciarlo.
Agregó que el 18 de ese mes, cuando llegó a su casa cerca de las 5 de la tarde, vio que él había ingresado por una ventana que da a la vía pública, y prendió fuego a unos libros, biblioteca y ropas de un amigo. Dijo que si bien el incendió no llegó a ser grande, causó muchos daños en sus muebles. Más temprano habían discutido y ella le había dicho que se vaya de la casa, que no quería volver a vivir con él.
Al terminar su denuncia dijo que siente temor, ya que la madre del acusado vive en un block de departamentos cercano al de ella.
Ante los gravísimos hechos, la jueza interina de Garantías 7, Claudia Puertas, decidió condenar al sujeto pero a la pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional, es decir, que no irá a prisión y sólo deberá cumplir reglas de conducta.
Aunque no lo mandó preso, la jueza entendió que Fernández era autor de los delitos de privación de la libertad agravada por la relación de pareja y por violencia de género, violación de domicilio, daños, lesiones leves agravadas por el vínculo y por la violencia de género y desobediencia judicial, todo ello en concurso real.
Durante tres años deberá fijar domicilio en el departamento de su padre hasta tanto se mude al domicilio aportado por él en la provincia de Santa Cruz. Además tendrá prohibido acercarse a la denunciante a una distancia de quinientos metros, y no podrá ejercer en su contra actos de violencia física o psicológica.
Finalmente, sólo tendrá la obligación de realizar tratamiento para controlar sus adicciones. Al terminar la audiencia, Fernández recuperó su libertad.