El Gran Maestre de la Masonería Argentina, se refirió al rol social de la masonería, los mitos que circundan a las logias y al método de trabajo mediante el cual promueven posturas e iniciativas políticas.
Pablo Lázaro, Gran Maestre de la Masonería Argentina fue entrevistado por Diego Comba, en una nueva temporada del ciclo político La Rosca. El dirigente, en una profunda conversación explicó el rol y objetivo de la masonería, y derribó mitos que circundan a su alrededor. Además, se refirió al destacado método de trabajo, centrado en un debate donde lo primordial es el aporte más que la crítica.
“La masonería es un lugar de encuentro de personas que piensan totalmente distinto, hacemos política no partidaria. Buscamos consensos en el gran disenso, somos personas que nos tratamos como hermanos y tenemos como objetivo mejorar la sociedad. Es filantrópica, filosófica, progresista y laica en el sentido amplio”. inició Lázaro.
Explicó que la masonería se pone a disposición para buscar puntos de acuerdo y unir lo que está disperso, y que tuvo protagonismo en leyes importantes para los argentinos como la de educación laica y gratuita, de casamiento civil, divorcio vincular y más recientes, como la de educación ambiental, entre otras.
“El método masónico es igual en todos los tiempos, uno propone un tema, se concede la palabra dentro del recinto, con determinadas reglas. Si uno se para a hablar, se pide que sea para aportar a la postura, si no está de acuerdo, se pide que haga otro trabajo sobre el mismo tema y lo exponga. Es el oyente el que hace una síntesis increíble que no se ve en ningún lado”.
“Escuchamos a todos, nos nutrimos del que piensa distinto, entendemos que no es un enemigo sino un adversario circunstancial, entendemos que no existe una grieta sino que nuestro verdadero adversario es el fanatismo, eso es parte del trabajo de la masonería”, profundizó.
Sobre la participación histórica en la formación del Estado argentino, Lázaro mencionó procesos como la Batalla de Pavón, que forjó lo que hoy conocemos como la Nación Argentina y la unión nacional; el abrazo de Simón Bolívar y San Martín, entre otros.
“Históricamente la masonería estuvo plagada de un halo de misterio. De un tiempo a esta parte, hemos decidido trabajar en una puesta en valor comunicacional. Siempre se habla de una sociedad secreta, hoy decimos que es discreta, y eso llama la atención”, explicó.
En este punto se refirió a mitos tales como el trabajo nocturno que realizan “la verdad es que de día trabajamos de otra cosa, porque la masonería no es un trabajo, es una forma vida; entonces cuando salimos de nuestros trabajos, vamos a las sedes masónicas a debatir y trabajar para formar una nación o región un poco más fraterna y una mejor calidad de vida política”. Respecto al histórico secretismo explicó que, en una época eran secretas en el mundo porque en regímenes totalitarios y monárquicos, estaba en juego la vida de las personas.
En este punto detalló que hoy existe una fuerte apertura a la comunicación “con el vicepresidente, que somos la primera fórmula sub 50, iniciados masónicamente en democracia, entendemos que no hay nada que esconder y muy por el contrario mucho que aportar”.
De todos los mitos que hay alrededor de la masonería, Lázaro reveló que el que más “dolió” fue el que los señala como los generadores del movimiento antivacunas, cuando muy por el contrario, la masonería en su lema mismo se apoya e identifica con la ciencia.
Indicó que si bien muchos masones ocupan cargos de poder político, la masonería como institución, se expresa siempre que exista la necesidad de “atemperar espíritus” por ejemplo, en casos de violaciones de derechos humanos o cuando entiende que hay que hacer escuchar la voz de la masonería. Y que actúa a través de sus hombres y mujeres “somos un espacio donde permitimos y fomentamos debates para que cada uno en su entorno lo aplique”.
En esta línea informó que como institución firmaron un convenio con la Jefatura de Gabinete de presidencia de la Nación para formar parte del gabinete contra la trata de personas, poniendo a disposición las sedes para atender a las víctimas, firmaron y promulgaron un proyecto de Ley que finalmente formó parte del proyecto de Ley de Educación Ambiental, orientada a cuidar nuestra casa común y durante la pandemia, se trabajó intensamente en salud pública.
Asimismo, declararon este año como el año de la “Accesibilidad Universal”, no solo en cuestiones de motricidad, sino para todos aquellos con algún tipo de discapacidad, empezando por sus sedes y procesos, ya que la masonería tiene más de 300 años en todo el mundo y es necesario aggiornarse.
Se refirió también, a los registros sobre la pertenencia de ex presidentes como Perón, Alfonsín y Néstor Kirchner, a la masonería “no es raro ya que somos una institución libre pensadora perseguida en regímenes militares, porque es un lugar donde se fomenta que te preguntes algo que ha derrocado gobiernos a lo largo de la historia; y es por qué, por qué eso es así”.
Lázaro, amplió: “La masonería ha sido corrida por izquierda y por derecha, por cualquiera que no acepte a alguien que piensa distinto o que le discuta al poder, que se pregunte por qué determinadas cosas son así o cómo podemos mejorar”.
La masonería fue amicus curiae ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, en este punto el Gran Maestre explicó que en toda su historia, la masonería fue defensora del laicismo, esto no significa estar en contra de la religión, sino que ubica a todas las religiones en el mismo nivel de derechos y obligaciones y considera al espacio público, como un lugar para todos.
“La educación pública no puede ser exclusiva de una religión. Los dos caminos fueron: o pones todas las religiones y dejas que el chico elija, que es inviable; o lo que venimos pregonando hace muchas décadas: que eso (la religión) es algo que pertenece al ámbito privado. Pero la escuela pública tiene que ser ese foro de encuentro de todas las religiones que es lo que hizo grande al país desde la Ley 1420 (de educación común, gratuita y obligatoria)”.
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