Malvina Gareca, electa concejala de la capital consideró que la sociedad demostró que está cansada de la política oportunista que solo sale a los barrios en campaña. Adelantó que su próxima aspiración es renovar mandato para luego competir por la diputación provincial.
Malvina Gareca referente de la agrupación MuMaLá Salta y electa concejala por la capital reflexionó sobre los factores que influyeron en los favorables resultados, que le permitirán al espacio ocupar cuatro bancas en un Concejo Deliberante que se renueva casi por completo.
En diálogo con Diego Comba para el ciclo político La Rosca, consideró que la sociedad demostró en las urnas que está cansada de la forma oportunista de hacer política, aquella utilizada solamente con fines electorales, sumo que hay un hartazgo del show, el relajamiento y las promesas falsas.
“Creo que la gente se manifestó a favor de tener representantes que están cerca, no solo en épocas de elecciones sino durante todo el año. Fue una oportunidad a otro tipo de actores políticos” enfatizó Gareca. Al mismo tiempo, sostuvo que el electorado valoro el trabajo territorial que lleva adelante y los proyectos vinculados a la cuestión alimentaria, de emprendimientos y educativos que impulsó.
En este sentido explicó que el Frente en el que compitió fue muy amplio y representó una diversidad de ideas, en algunos puntos contrapuestas pero con visiones en común. Destacó, así, la voluntad del gobernador al abrir las puertas a la participación y particularmente la del partido Primero Salta que la tuvo como cabeza de lista, abriendo espacio a que Libres del Sur, partido al que pertenece, pueda ocupar bancas en el Concejo Deliberante capitalino.
Así adelanto que hasta la asunción en el cargo, el próximo 10 de diciembre, continuara su trabajo territorial y el armado del equipo para tratar los asuntos que se plantearon como prioridad. La economía, mediante la creación de un banco municipal de microcréditos, la creación de guarderías o jardines maternales gratuitos en los barrios, campañas de difusión contra el acoso callejero, una de las formas de violencia más naturalizadas; sin olvidar la función de control que tiene el cuerpo deliberativo.
Para lograrlo enfatizó en la necesidad del diálogo con sus pares y la preponderancia del bien común por sobre los individualismos “hay que buscar el consenso, los puntos en común cuando se trata de cosas en favor de los vecinos y vecinas, acompañando las cosas que los beneficien. Es fundamental, sino después tenemos un concejo que no está a la altura de las circunstancias”.
“Hay que revalorizar la política con la función primaria que tiene que es la de servir a los demás. Es importante que los espacios de decisión sean ocupados por quienes tengan un compromiso social, cierta formación y experiencia”, cerró.
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