En su primera aparición en el balcón de la basílica de San Pedro, el papa León XIV ofreció tres pistas clave sobre el rumbo que tomará su papado al frente de la Iglesia Católica, de 1.400 millones de miembros. El nuevo pontífice, anteriormente conocido como el cardenal estadounidense Robert Prevost, fue electo para suceder al papa Francisco, quien falleció el mes pasado
León XIV es el primer papa de origen estadounidense, aunque adquirió la nacionalidad peruana tras años de labor misionera en ese país, donde desempeñó un papel destacado antes de ser nombrado cardenal. Su elección, cargada de simbolismo, resalta varias continuidades y posibles cambios en su liderazgo.
La primera señal importante del nuevo papa llegó con la elección de su nombre. Los papas suelen escoger un nombre que refleja sus prioridades y su visión para el pontificado. Al adoptar el nombre de León XIV, León hace un guiño a su predecesor, León XIII, quien defendió los derechos de los trabajadores y promovió la justicia social en su papado entre 1878 y 1903. Thomas Reese, comentarista jesuita, interpretó que “al elegir el nombre de León XIV, demuestra que está comprometido con la doctrina social de la Iglesia”.
La segunda señal se dio en su discurso inicial, centrado en el mensaje de la paz. León XIV, al igual que Francisco, subrayó la necesidad de paz en un mundo marcado por los conflictos. Sin embargo, lo hizo en un tono distinto al de su predecesor, al dirigirse a la multitud en la Plaza de San Pedro en italiano y sin mencionar a Estados Unidos, su país natal. “La pace sia con tutti voi” (“¡La paz sea con todos ustedes!”), expresó León, evocando el rito de la paz durante las misas. Además, reafirmó su llamado a una paz “desarmada y desarmante”, caracterizada por humildad y perseverancia.
De manera similar, antes de la reunión secreta del cónclave del 7 de mayo, los cardenales del mundo emitieron una declaración en la que expresaron su preocupación por los conflictos en “Ucrania, Oriente Medio y otras regiones del mundo”, realizando un “llamado urgente” a la paz.
León XIV también destacó su cercanía con el papa Francisco, quien falleció tras luchar contra una neumonía doble. “Todavía tenemos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del papa Francisco”, dijo.
El nuevo papa rindió homenaje a su predecesor, pidiendo permiso para ofrecer la misma bendición que Francisco había dado en su última aparición pública: “Dios nos ama, Dios ama a todos, y el mal no prevalecerá. Estamos en manos de Dios”.
Fuente y foto: Infobae