El coronavirus redobló su mortífero paso por cuatro continentes, en medio de una situación especialmente delicada en Europa, Estados Unidos y China mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) renovó el reclamo para que los países más ricos desistan de sacar ventajas en la obtención de vacunas en detrimento de los de menos recursos, algo que ya había exigido días atrás el propio papa Francisco.
Reino Unido entró directamente en situación límite después de que Londres realizara un desesperado pedido de ayuda al Gobierno británico ante un inminente colapso hospitalario por otro récord de muertes atribuido a una nueva cepa que se muestra más contagiosa y letal.
El alcalde londinense, Sadiq Khan alertó que si no se adoptan medidas inmediatas el sistema de salud tanto público como privado se verá superado «y mucha más gente morirá».
Por su parte, los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; de Alemania, Angela Merkel, y de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen anunciaron que están «decididos a continuar» con la estrategia colectiva de compras de vacunas de la Unión Europea, recientemente criticada, sobre todo en Alemania, indicó el viernes la presidencia francesa.