Los salarios perdieron poder adquisitivo al aumentar sólo(2,97%, según el índice que elabora el INDEC, frente a una inflación que, a nivel general, se ubicó ese mes en el 3,7%.
Esa carrera medida en términos interanuales los da ganadores, dado que en los últimos doce meses el índice de salarios (que venía golpeado) avanzó 85,7% frente a una inflación del 55,9% en igual lapso. Esa suba fue consecuencia de los “incrementos del 75,8% en el sector privado registrado, 66,7% en el sector público y 183,1% en el sector privado no registrado”, detalla el informe oficial.
Lo mismo sucede si se compara el desempeño en el año, que muestra recomposiciones del 10% frente a un IPC acumulado del 8,7%, porque las recomposiciones en el bimestre inicial habían sido superiores al ritmo de ajuste general de los precios.
Pero hay que recordar que el promedio general esconde disparidades por tipo de empleo que en marzo, por caso, quedaron muy a la vista.
Los “ganadores” para esta medición fueron los salarios de los trabajadores privados no registrados que subieron 5,1%, pero hay que tomar este dato con “pinzas” ya que “los datos -en este caso- tienen un rezago mayor por la dificultad que encuentra el organismo oficial para recolectarlos”.
”Así -en realidad- reflejan recomposiciones de unos cinco meses atrás”, aclara al respecto el economista Luis Campos, vinculado a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
A su vez, en marzo los que quedaron rezagados fueron los salarios de los trabajadores del sector público (que avanzaron 3,3%) y directamente perdieron fuerte los del sector privado registrado que apenas avanzaron 2,2%.
Todo en un contexto en el que el Gobierno vigila muy de cerca su comportamiento, a pesar de que todas las estadísticas públicas y privadas coinciden en mostrarlos aún atrasados.
“En términos reales, implica una caída del 1,5% para el privado y 0,4% para el público”, observaron desde la consultora Romano aportando un gráfico que, precisamente, los muestra históricamente retrasados.
En realidad, según hizo notar por estos días Argendata, el rezago de los salarios es un problema de larga data. “Desde 1970, el poder adquisitivo de los salarios de Argentina se contrajo 17%. Bajo crecimiento, alta volatilidad económica e inflación crónica: el desempeño de nuestro país deja mucho que desear y eso se refleja en los salarios”, señalaron.
Más cercanamente, el salario formal mantiene una baja del 25,1% con respecto a diciembre de 2017 producto de una caída del 20,1% para el privado y del 33,8% para los públicos.
“Respecto de noviembre 2023 los formales caen 6% (-0,9% privados/-15% públicos) y los informales recuperaron 1,1%“, indicó Daniel Schteingart, curador de Argendata.
Para los analistas “los datos que muestran el nuevo deterioro eran previsibles dado el salto que registró la inflación durante ese mes”.
Volviendo a los datos de marzo, lo que el índice deja en evidencia es que «los salarios privados registrados llevan ya unos seis meses estancados tras la recuperación mostrada en parte del año pasado”, remarcó Campos.