Cada 17 de abril se festeja en el mundo el Día Internacional del Malbec con Argentina como epicentro para destacar los valores de la cepa que en el Cono Sur encontró su lugar. Olvidada en el viejo mundo, desde la Cordillera de los Andes volvió a florecer mostrando sus características de adaptabilidad a nuevas tierras que le permitieron alcanzar su máximo potencial.
La efeméride del Día Mundial del Malbec fue impulsada por Wines of Argentina, entidad responsable de la promoción del vino argentino a nivel internacional, pero repasemos rápidamente algo de historia. En 1853 se presentó ante la Legislatura Provincial de Mendoza el proyecto que contemplaba la creación de una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura, que entre sus principales acciones se destaca la incorporación de nuevos varietales para mejorar la industria vitivinícola.
Dentro de las «cepas francesas» que llegaron de la mano del agrónomo Michel Aimé Pouget, contratado como director de la Quinta Agronómica de Mendoza por Domingo Faustino Sarmiento, se encontraba el malbec. Desde el 2011, Wines of Argentina eligió esta fecha para conmemorar un hecho histórico que tiene al Malbec como protagonista.
En Salta, el Malbec tiene orígenes aún más remotos. En 1831 se plantó vides de este varietal en finca Colomé, en ese entonces propiedad de la familia de Severo Isasmendi, que siguen produciendo uno de los vinos emblema de la bodega que actualmente pertenece al grupo Hess. Es la bodega en funcionamiento más antigua de Argentina.
En el año 1854, su hija Ascensión, contrajo matrimonio con José Benjamín Dávalos e introdujo en Colomé las vides francesas Malbec y Cabernet Sauvignon pre filoxera. Tres viñedos, los cuales datan de aquellos tiempos, aun producen uvas que forman parte del vino Colomé Reserva. Colomé perteneció a las familias Isasmendi-Dávalos a lo largo de 170 años. Donald Hess la adquirió en el 2001.
El Malbec en Argentina
Con presencia en 17 de las 24 provincias argentinas, el equivalente al 70,8% del territorio, y 46.565 hectáreas plantadas en el país, el Malbec representa el 24,3% de la superficie total cultivada con vid en Argentina (destinada a elaboración) y el 40,8% de la superficie de variedades tintas (de elaboración).
En términos de distribución por provincia, Mendoza encabeza el ranking con mayor superficie del varietal, con el 84,75% (39.463 ha), seguida de San Juan con 2.840 ha (6,10%), Salta con 1.681 ha (3,61%) y La Rioja con 814 ha (1,75%).
El Malbec de Salta
Este varietal no es ajeno a una identidad que el Norte argentino, especialmente los Valles Calchaquíes le aportan al Malbec argentino, que por influencia geofráfica(altura) y hasta cultural, encuentra matices difícil de encontrar en otros lugares del mundo. Esta transmisión del terruño se extiende a todas las variedades plantadas en Salta.
Con altitud que van de los 1500 metros sobre el nivel del mar a los 3100, con la potencia del sol y el rigor del viento, los viñedos se encuentran en un clima extremo donde la vid da su máximo esfuerzo para lograr racimos únicos. En los últimos 30 años el trabajo en bodegas logró un perfecto equilibrio de fruta, frescura, fuerza, complejidad y elegancia que solo puede ofrecer esta altitud extrema.