De ambas reuniones participaron además dos diputados referenciados con el sector «verde» y otros dos con el «celeste», con la intención de mantener un equilibrio en las audiencias.
De ambas reuniones participaron, además, diputadas referenciadas con el sector «verde» y otras con el «celeste», con la intención de mantener un equilibrio en las audiencias.
De la primera reunión, participaron las diputadas Silvia Lospennatto (PRO), Mónica Macha (Frente de Todos) y Jimena López (Frente de Todos); Malena Galmarini, titular de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA); e integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Al término de la reunión, Macha señaló: “Fue un encuentro muy bueno y muy importante. Tenemos confianza plena en la palabra del presidente. El compromiso por el aborto legal fue parte de nuestra plataforma electoral y lo reafirmamos en cada momento, incluso en la apertura de sesiones y en cada declaración pública de Alberto Fernández“.
“Vamos a tener sesiones extraordinarias, así que el calendario parlamentario no es un obstáculo”, enfatizó la legisladora en diálogo con Télam.
Para Macha, “el aborto legal es urgente por la deuda histórica. No es una necesidad de hoy, no es una urgencia de la coyuntura, es una urgencia en términos estructurales, de un derecho a la salud impugnado por años a las personas con capacidad de gestar”.
En ese sentido, consignaron que el titular de la Cámara baja sostuvo que «ante la excepcionalidad de la pandemia, las sesiones continuarán hasta febrero”.
A las 15, el turno fue de las representantes de la Unidad Provida, con Massa y las diputadas Vanesa Massetani (Frente de Todos) y Carmen Polledo (PRO).
“Hay muchísimas prioridades sanitarias por las que mantener a la sociedad unida y el aborto no es una de ellas. Van a provocar a millones de personas en todo el país a movilizarse”, argumentaron las ‘celestes’.
Ana Belén Mármora, señaló que “en 2018 nadie imaginó que millones de personas iban a salir a las calles en todo el país para salvar las dos vidas, y el Congreso rechazó el proyecto. La situación es demasiado delicada para abrir un nuevo frente de conflicto que divida aún más al país por un proyecto que nunca fue prioritario y menos ahora”.
Como conclusión de las reuniones, fuentes parlamentarias señalaron que «ambas partes se llevan el mensaje de que el Congreso es un lugar neutral y abierto al debate de ideas. Si llega el proyecto del Ejecutivo se discutirá sin que haya faltas de respeto ni agresiones y a partir de las voluntades de los y las legisladoras”, señalaron .