En su debut en la Champion, Messi de un primer tiempo con intermitencias, pasó a un segundo donde buscó ponerse el equipo al hombre. Brujas mereció un amplio triunfo.
El elenco conducido por Mauricio Pochettino (PSG) apenas empató en su visita al Brujas de Bélgica y pese a contar con uno de los mejores tridentes ofensivos de la historia, el equipo tuvo falencias en todas las líneas, mostró poco juego asociado y dejó una imagen preocupante de cara al futuro.
El encuentro comenzó con unos primeros 15 minutos de análisis, en donde el conjunto local se plantó bien arriba para sostener una presión alta que obligue al cuadro francés a apostar por las pelotas largas. Así, logró alejar a Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé de su arco e incluso contó con algunas aproximaciones que obligaron a Keylor Navas a intervenir.
El que rompió con la monotonía del duelo fue Mbappé, porque cuando la táctica y la estrategia se imponen en la cancha, solo la gambeta puede cambiar el libreto. El francés encaró por izquierda, dejó a su marca en el camino con un amague y posterior enganche que le posibilitó encontrar el hueco y lanzar el buscapié al área con dirección a Ander Herrera. El español, que entró como una flecha, sacudió de zurda y puso el 1 a 0.
En el planteo de Pochettino se notó que ninguno de los tres puntas adoptó una posición fija. Con un desorden bastante ordenado, los integrantes del tridente fueron intercambiando roles y fue así como se pudo ver a Messi por momentos bien pegado a la banda derecha y en otros ratos como falso 9.
Pese a la ventaja en el marcador, no había una superioridad del PSG en el campo de juego por sobre el Brujas y a los 27 minutos llegó el empate. El campeón de Bélgica pudo armar una muy buena acción por izquierda cuando Lang se recostó por ese lado, juntó marcas y soltó un pase entre cortado para Sobol. El lateral llegó hasta el fondo y lanzó el centro atrás para que Hans Vanaken fulmine a Keylor Navas y grite el 1 a 1.
Messi, aislado del resto de sus compañeros, retrocedió varios metros en la cancha para tomar contacto con la pelota a ala altura de los volantes centrales, una prueba de la carencia de juego que mostró el elenco de Pochettino. Cerca de los 25 minutos se vio la primera asociación entre La Pulga y Ney, que terminó con un disparo del rosarino que tapó el arquero.
Sobre el final, el PSG se mostró mejor asentado, tal vez con más resto físico ante un oponente agotado por el desgaste. Fue así que con Messi como conductor, el equipo tuvo las mejores ocasiones, pero no pudo definir. El número 30 tuvo una clara, pero al intentar definir de primera el disparo se fue varios metros arriba del travesaño e Icardi también contó con la suya, al improvisar un taco en el área que se fue por el primer palo.