El arzobispo de la Arquidiócesis de Salta, Mario Antonio Cargnello, se refirió a la situación política mundial y nacional durante la misa de renovación del Pacto de Fidelidad.
La procesión en honor al Señor y la Virgen del Milagro congregó a 650.000 personas después de dos años de restricciones por la pandemia. El número representó una disminución de la última festividad celebrada en 2019, cuando el registro oficial había superado las 800.000 fieles.
Durante la renovación del Pacto de Fidelidad, el arzobispo de la Arquidiócesis de Salta, monseñor Mario Cargnello, se refirió a la situación política y durante el agradecimiento a los 90.000 peregrinos que llegaron hasta la Catedral, aseguró que “ellos son los que caminan juntos, rompen diferencias y tienden puentes de fraternidad y esperanza”.
“Argentina tiene derecho a ser mejor y ustedes son la muestra que es posible una Patria mejor”, aseguró Cargnello y señaló que en Argentina se está profundizando un «enfrentamiento peligroso» suavizado bajo la palabra «grieta”.
“Esto esconde una lucha despiadada por conservar o alcanzar el poder creyendo que una sola persona o grupo tendría una especie de misión mesiánica capaz de construir el bien común de los argentinos”, remarcó Cargnello.
Por último, afirmó que el país «necesita que sus líderes le ayuden a descubrir y servir a la verdad. Con la mentira, los pobres y excluidos son los que, injustamente, más sacrificios aportan».