El mandatario siguió el debate legislativo desde la Casa Rosada y la Quinta de Olivos. Utilizó las redes para fustigar al Congreso, en general, y a Martín Lousteau, en particular.
Durante toda la jornada, Javier Milei se dedicó exclusivamente a dos tareas: monitorear las negociaciones que intentaban frenar el rechazo del megaDNU en el Senado y bastardear por redes sociales a los legisladores opositores. El resultado no fue el esperado y culminó con un nuevo comunicado oficial, en el que el Presidente denunció que se intenta «socavar al Gobierno y al cambio que votaron los argentinos». Tras el nuevo fracaso legislativo, la vicepresidenta Victoria Villarruel se defendió de las críticas libertarias por haber convocado a la sesión: «Mi compromiso con Milei es inclaudicable», aseguró.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) March 15, 2024
Más allá del berrinche virtual, Milei estuvo expectante durante todo el día de los intentos de negociación con «la casta» para cambiar el rumbo de la sesión. Hubo contactos con gobernadores y empresarios que no lograron torcer el resultado. Los aprietes, incluso, fueron reconocidos por el senador radical Pablo Blanco. «En las últimas horas, me llamaron representantes de las empresas que están instaladas en Tierra del Fuego y me dijeron ‘vos fijate cómo vas a actuar'», reveló.
El rotundo traspié en el Senado, sin embargo, fue inevitable y significó un nuevo día de furia de Milei. El Presidente volvió a manifestar su bronca a través de un comunicado, en el que reprochó que se le hayan «habilitado casi 500» DNUs al kirchnerismo y rechazado uno a él «a solo 3 meses de la asunción». «Ha llegado el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere quedar», concluyó en tono amenazante.
Caída la noche, en el oficialismo seguían procesando la bronca por el golpazo que implicó la convocatoria de Villarruel. La explicación de la Casa Rosada, en público, es que no existe ninguna pelea y que el comunicado del miércoles estaba dedicado exclusivamente a la «casta política», de la cual la vicepresidenta –supuestamente– no forma parte. «No entendemos por qué se hizo una lectura desacertada», sostuvo Adorni. Lo que se opina puertas adentro, no obstante, va en otro sentido. Las dudas que expresó José Luis Espert circulan en las filas libertarias. El diputado no descartó que Villarruel esté detrás de un «plan de desestabilización».
Para intentar despejar esos temores, la presidenta del Senado rompió el silencio con un video en redes sociales. “Mi compromiso con Argentina y con Javier Milei es inclaudicable», indicó y aclaró que trabajan «espalda con espalda, a pesar de los incansables intentos por dividirnos».
Sin embargo, sobre el final del video, también le marcó la cancha al Presidente. Frente a las presiones del Ejecutivo, resaltó que «el Senado es la Casa de las Provincias» y «un poder independiente de la República». Le dijo además: «Yo no me voy a convertir en Cristina Fernández de Kirchner. No me voy a convertir en aquello que vinimos a cambiar”. Y completó con un mensaje desafiante: ”No hay gobierno sin institucionalidad”.
Sin institucionalidad no hay gobierno. Los que nos trajeron hasta acá siguen obstruyendo. ¡Todo por Argentina! 🇦🇷 pic.twitter.com/gfbMkyAgFy
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) March 15, 2024