Javier Milei dijo que su estrategia era «factible en términos técnicos» pero que no pudo avanzar debido a la construcción del sistema político argentino. «Nos hubieran iniciado un juicio político», afirmó.
En una entrevista con Bloomberg, Javier Milei aseguró que su estrategia para dolarizar la economía se vio obstaculizada por el sistema político argentino. «Nos hubieran mandado a la cárcel», afirmó a modo de excusa de su principal promesa en el marco de la campaña electoral.
«La idea era tomar los activos del Banco Central contra el Gobierno nacional y pasarlos a mercado. Después, vendiendo esos títulos, nos íbamos a poder hacer de dólares», reveló el mandatario argentino.
«El plan hubiera funcionado a la perfección, hubiera sido una muy exitosa gestión, pero dada la construcción del sistema político argentino, que es intelectualmente deshonesto, es probable que si hubiéramos hecho esa operación nos hubieran enviado a la cárcel», aseguró.
«Hubiera sido una operación a precios de mercado, y los políticos y economistas hubieran dicho que había una estafa porque esos títulos valían 18 y ahora valen 54. Nos hubieran acusado de algún negocio turbio», amplió.
«La propuesta era factible en términos técnicos, pero consideramos que en términos políticos nos iban a jugar sucio, nos hubieran iniciado algún tipo de juicio político. Ante ese escenario, emprendimos un ajuste fiscal sin precedentes en la historia de la humanidad», insistió.
«El salario es miserable no por culpa nuestra»
Al ser consultado sobre la imagen positiva de la que goza según las últimas encuestas, a pesar de la recesión, el presidente dijo: «Desde nuestro punto de vista, hubo un cambio cultural en el país, la mayor parte de los argentinos entendió que la solución no es el populismo. Hoy los salarios son miserables no por culpa nuestra, los salarios son miserables como consecuencia de 20 años de populismo».
«¿Acepta que hay un límite de tiempo para el dolor que pueden soportar los argentinos por estas reformas»?, le preguntó el editor en Jefe de Bloomberg John Micklethwait, al mandatario argentino, que respondió con el foco puesto en el deterioro de los indicadores a lo largo de los años.
«Si uno toma el salario promedio de los argentinos en la década del 90 y lo trae a moneda de hoy, ese salario le da 3 mil dólares. Pero en la actualidad es de 600 porque perdimos 800%. Toda esta cuestión de estar manoseando los precios de la economía genera una descoordinación entre ahorro e inversión, hace que la inversión vaya a lugares donde no tiene que ir y el ahorro es castigado en favor del consumo», explicó el libertario.
«Esa situación hace que, de corto plazo, haya más consumo y más inversión que el que se tendría en condiciones normales porque está falseando la condición de precios. Cuanto más tiempo se sostiene eso, cuando se produce la reversión es muchísimo más violenta. Eso se pagó con más del 50% de pobres, más del 10% de indigentes, son las consecuencias de 20 años de populismo», insistió.