Los países están tomando diferentes medidas restrictivas para evitar la propagación de las nuevas cepas del coronavirus.
A la espera de que la vacunación tome impulso, Alemania prohibió el ingreso de personas de zonas afectadas por las nuevas cepas del coronavirus y Francia cerrará desde este domingo sus fronteras a los países que no sean de la Unión Europea (UE), como medidas para luchar contra la pandemia que dejó ya más 102 millones de contagios y 2,2 millones de fallecidos en todo el mundo.
Los viajeros provenientes del Reino Unido, Irlanda, Portugal, Brasil y Sudáfrica tienen desde vetada la entrada a Alemania, donde si bien las infecciones están disminuyendo, la canciller Angela Merkel destacó el peligro «muy real» que suponen las mutaciones altamente contagiosas imperantes en esos países.
La iniciativa se suma una serie de restricciones -como el cierre casi total de los comercios y la suspensión de clases presenciales- vigentes en el país al menos hasta el 14 de febrero.
Un paso más allá decidió dar Francia, que a partir de mañana cerrará sus fronteras con los países exteriores al bloque europeo «salvo motivo imperioso» y, a nivel nacional, cerrará las grandes superficies comerciales no alimentarias, en un intento de evitar un tercer confinamiento en el país.