Las opciones matemáticas de la Selección Chilena desaparecieron. Con la derrota por 2-0 en la altura de La Paz ante Bolivia, La Roja quedó sin chances de alcanzar el repechaje mundialista.
La caída en el Estadio Municipal de El Alto sentenció a la escuadra de Ricardo Gareca y al propio entrenador, quien, de acuerdo a una cláusula en su contrato con la ANFP, será despedido tras no concretar la clasificación mundialista.
Chile, bajo el mando del DT argentino, acumuló una campaña para el olvido, por debajo del 20% de rendimiento, una de las peores en términos numéricos en la historia del seleccionado chileno.
La decepción se acrecentó aún más considerando que, para la presente eliminatoria, había más cupos disponibles, con un total de 6 plazas directas al Mundial y una que podría clasificar vía la repesca.
Sin embargo, La Roja no pudo encontrar la vuelta y aquello lo tiene inmerso en un presente en el último lugar, con una estadística que es elocuente: en los 10 encuentros por Eliminatorias que dirigió Gareca, su saldo es de 7 derrotas, 2 empates y apenas un triunfo, el que fue ante Venezuela con victoria por 4-2 en Santiago.
Con dos fechas en el calendario por disputarse y con Chile ya eliminado, la incógnita que queda por despejar es la continuidad de Gareca al mando y, caso contrario, la búsqueda de un nuevo cuerpo técnico que se haga cargo de lo que falta para cerrar este proceso y ya pensar en uno nuevo, probablemente con un recambio importante de jugadores.