El filántropo tecnológico advirtió una y otra vez sobre las amenazas de una pandemia en las sociedades modernas. En la Cumbre STAT 2020 señaló qué hacer para salir de este lío y evitar que vuelva a suceder.
El multimillonario magnate empresarial, informático y filántropo estadounidense, se refirió, entre otras cosas, al día en el que se dio cuenta que la pandemia de coronavirus iba a ser realmente grave, a las dificultades a las que nos enfrentaremos luego de la llegada de una vacuna y a lo que los gobiernos pudieron haber hecho y no hicieron para frenar la propagación del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
Realizó estas declaraciones en la Cumbre STAT 2020, donde los más altos referentes del sistema de salud disertan y buscan una solución a la actual crisis del coronavirus.
Gates, que se ha convertido en un emblema de la lucha contra el coronavirus y ha donado millones de dólares en el desarrollo de una cura, indicó que si bien en sus predicciones subestimó que la sociedad intentaría cerrar muchas cosas para reducir la propagación y no permitir que los números de muertes y contagios sean tan altos, “no fuimos tan inteligentes al diagnosticar los virus respiratorios y comprender qué actividades causaban su propagación”.
Las muertes son de lo que más habla la gente, pero la educación, la salud mental y lo que hemos hecho con los déficits gubernamentales, nos afectarán en el correr tiempo. No es una guerra mundial pero sin dudas está en esa liga”, aseguró.
Desarrollar vacunas aparentemente efectivas con tanta rapidez, especialmente explotando un enfoque novedoso que usa la tecnología de ARN mensajero para instruir a las células para que produzcan proteínas virales y desencadenar una respuesta inmune, ha sido “fantástico”, dijo en diálogo con Rick Berke, cofundador y editor ejecutivo de STAT. A pesar de las preocupaciones sobre la velocidad con la que las empresas se movieron para llegar a donde llegaron bajo la presión política percibida, sostuvo que desarrollaron una vacuna “sin saltearse pasos en el camino”.
Pero el especialista manifestó estar preocupado por la logística de la distribución de vacunas, que según él se ha dejado en manos de los estados sin una guía federal adecuada para liderar el camino. Específicamente sobre la falta de directrices respecto a quiénes deberá aplicarse la vacuna, si deberá hacerse -o no- un seguimiento de sus dos dosis, asegurarse de que la vacuna no caduque debido a la necesidad de mantenerla tan fría y seguir el estado de las personas. “Me preocupa que la distribución de vacunas no llegue a las personas adecuadas”, reconoció.