La fiscal Penal de Violencia Familiar detectó que la mujer se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad económica. Sostuvo la acusación y el hombre fue condenado que no irá a prisión.
El Juzgado de Garantías 2 condenó a un hombre a la pena de un año de prisión de ejecución condicional, es decir que no cumplirá la condena en prisión, por el delito de amenazas con armas en perjuicio de su expareja.
La sentencia fue dictada pese a que la mujer se retractó de la denuncia que había realizado en contra del padre de sus cuatro hijos por amenazas.
Tras entrevistarse con la mujer, la fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género advirtió que la mujer se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad económica, lo que la habría llevado a negar la denuncia que ella misma había realizado.
Ante ello, la Fiscal solicitó que se profundice la investigación y se realicen informes ambientales y psicológicos, que concluyeron que “se advierte un posible caso de retractación siendo las causales posibles una situación de vulnerabilidad económica y un vínculo amoroso patológico”.
Por otra parte, distintos vecinos y el oficial del Sistema de Emergencias 911 -que había acudido al llamado de ayuda el día en que fue amenazada-, dieron cuenta de situaciones de violencia.
Teniendo en cuenta todas las pruebas reunidas, y pese a la retractación de la víctima, el Ministerio Público Fiscal consideró que contaba con circunstancias probatorias que le permitían a la Fiscalía sostener la acusación, que finalmente derivó en la condena del hombre.