Alperovich

Pidieron 22 años de prisión para José Alperovich

La querella relató los hechos de abuso contra una sobrina segunda y cuando pidió la condena, el exgobernador de Tucumán rompió en llanto.

La querella pidió que se condene al exgobernador de Tucumán José Alperovich a 22 años de prisión, por el delito de abuso sexual en perjuicio de su sobrina segunda y exsecretaria.

Alperovich presenció la audiencia de alegatos y lloró al escuchar la lectura de los hechos por los que se lo acusa. En su mano izquierda, sostenía una medalla con inscripciones en hebreo que aprisionó en reiteradas ocasiones. Sus hijos lo acompañaron. Su defensa alegará el miércoles y pedirá su absolución. Ese mismo día, o el jueves, se conocería la sentencia.

El exgobernador de Tucumán (encadenó tres mandatos consecutivos, entre 2003 y 2015) y exsenador nacional está acusado de tres hechos de abuso sexual (dos, en grado de tentativa) y otros seis hechos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal. Los hechos sucedieron tanto en Tucumán como en la ciudad de Buenos Aires.

El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº29 lleva adelante el juicio, con el juez Juan Ramos Padilla al frente de manera unipersonal. El fiscal del caso, Sandro Abraldes, tiene a cargo interinamente la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°27. Los representantes de la querella son Pablo Rovatti y Carolina Cymerman.

Según informó el diario tucumano La Gaceta, Cymerman indicó que “el primer hecho es del 14 de diciembre de 2017″, cuando Alperovich y su sobrina “viajaron en el avión privado de la provincia” a Buenos Aires. La abogada continuó con su relato de la sucesión de hechos de abuso y mencionó que el segundo se produjo el 27 de diciembre de 2017. “Él avanzó. Ella le dijo que no quería. Se lo dijo. La situación no fue de conquista, fue de avance. Cuando él no quería entender algo, no lo entendía. Fue humillante. Ella prefirió no decir nada”, afirmó.

Más adelante en su presentación, la abogada de la querella planteó que los días 9, 10 y 12 de febrero de 2018, Alperovich le realizó a la víctima “tocamientos” dentro de un vehículo. La abogada leyó parte de la declaración de la víctima: “Los viajes largos en el auto era angustiantes. Me tocaba. Él tenía todo orquestado con sus subalternos”.

El alegato continuó con la enumeración de más hechos de abuso, el 18 de febrero de 2018, y luego en marzo de ese mismo año. “En marzo de 2018 ocurrieron los abusos más extremos. Ella había asumido un rol protagónico dentro de la campaña. Se sentía humillada, pero seguía su trabajo. El 9 de marzo de 2018, el hecho fue en el living de la casa de la calle Martín Fierro [en Yerba Buena, Tucumán]. Allí, Alperovich la atacó en un sillón”, señaló Cymerman, que completó: “Abusó de ella en un dormitorio”.

Cymerman añadió que “el 12 de marzo es el hecho número 7: volvió a violarla”. La víctima no podía irse, argumentó la abogada, y volvió a apelar a parte de la declaración de la joven, que ante la Justicia indicó: “Yo no me podía ir de esa casa cuando quería. Él siempre estaba rodeado de su seguridad”. Los otros dos hechos por los que se acusa a Alperovich también ocurrieron en Yerba Buena.

Tras el relato de los hechos, la abogada querellante describió el poder que tenía Alperovich y denunció intentos por acallar a la denunciante. “Muchas veces se le acercaron personas del entorno de Alperovich para ofrecerle dinero”, aseveró. “Ella rechazó todos los ofrecimientos. Querían que la denuncia no tomara estado púbico, esto revela que los hechos denunciados no son sorpresa para Alperovich”, reforzó.

Rovatti, el otro abogado que representa a la querella, descartó que la denuncia contra Alperovich haya sido parte de un “complot” por intereses políticos, como esgrimió el exgobernador. “¿Qué sentido tenía hacer un complot político cuando Alperovich ya había perdido las elecciones de manera aplastaste contra [Juan] Manzur? Nunca hubo una especulación política en el marco de esta denuncia”. La querella reclamó también que tres testigos sean detenidos. Son David Cayatta (excustodio de Alperovich, que fue detenido y liberado en abril, al declarar como testigo en el juicio, por brindar respuestas elusivas), Víctor Decataldo (empresario) y Manuel Frías (mozo).

“Nuestra conclusión es que Alperovich es culpable de todos los delitos: abuso con acceso carnal y abusos gravemente ultrajantes”, dijo Rovatti cerca del cierre de la exposición de la querella.

 

La defensa del exgobernador
La semana pasada, Alperovich declaró durante siete horas ente Ramos Padilla y negó haber abusado de la joven. “No pasó absolutamente nada”, aseguró el exmandatario tucumano. “No abuse de Flor. Eso es una mentira. La verdad es que soy un hombre de 70 años”, agregó el acusado, que remarcó: “Este es un juicio inventado, armado, donde claramente les voy a explicar que hubo un móvil económico y político, de eso no tengo dudas”.

En su declaración, el acusado negó también tener un vínculo cercano con la denunciante. “Yo nunca le dije sobrina, ni ella me dijo tío. Jamás. Ella quiere instalar que yo prostituía a la secretaria. Todo esto está armado. Hace cinco años que en la prensa me dice violín”, afirmó ante el juez. Rechazó también haber compartido momentos a solas con su sobrina segunda.

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