El gremio decidió la medida después de las protestas de este miércoles y mientras el Gobierno de la Nación confirmó más desvinculaciones. El Secretario General le pidió a la CGT una huelga conjunta.
Luego de una jornada nacional de protesta, 1.500 delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), realizaron un plenario y decidieron un paro para el próximo viernes que incluirá una movilización al ministerio de Economía de la Nación.
La protesta de ATE, anunciada hace una semana, generó tensión a lo largo del día. Miles de trabajadores despedidos y dirigentes del gremio llegaron a los edificios en donde estaban contratados y, en algunos casos, forzaron su ingreso. Allí los esperó, en la mayoría de los casos, un cordón policial que buscó impedir la protesta. Se produjeron choques que no revistieron mayor gravedad, más allá del malestar propia de la situación.
“Trabajadores y trabajadoras despedidas ingresaron llorando a sus puestos de empleo, esas lágrimas no van a ser grátis”, advirtió el Secretario General de ATE, Rodolfo Aguiar. El dirigente sostiene que el Poder Ejecutivo ha avanzado de forma ilegal en el recorte del personal. Los funcionarios nacionales, en tanto, argumentan que se trata de contratos que llegaron a su fin y que el gobierno no renueva porque no considera esencial ese servicio, en el marco del ajuste que emprendió la gestión del presidente Javier Milei.
En ese contexto, el propio Aguiar había adelantado que el resultado de los plenarios sería la profundización de las medidas de fuerza. Tal decisión fue comunicada al cierre de la jornada de protesta.
En concreto, el sindicato planteó un paro en todas las reparticiones públicas para el 5 de abril, en tanto que en la Ciudad de Buenos Aires habrá una manifestación que tendrá como destino el Ministerio de Economía de la Nación, edificio que se encuentra contiguo a Casa Rosada, en una de las calles laterales que rodean Plaza de Mayo.
La controversia por los despidos se profundizó en el mes de marzo, cuando el Gobierno nacional concretó su decisión de recortar personal masivamente en todos los organismos públicos. Según ATE, los cesanteados a la fecha son alrededor de 11 mil. El Gobierno, en tanto, sostiene que el número es aún mayor y habla de una cifra cercana a los 15 mil trabajadores despedidos. Sin embargo, el conflicto está lejos de disiparse, ya que el propio Presidente Milei adelantó que el objetivo de fondo es eliminar 70 mil cargos de la administración pública.
“El Presidente se ha decidido a quebrantar el sistema jurídico argentino en su parte medular y tanto él como sus funcionarios podrían terminar presos”, advirtió en su perfil de la red social X el titular de ATE.