Ya hubo una epidemia en 2022. Pero ahora se teme que se esté frente una nueva versión del virus que afecta especialmente a los chicos.
La Organización Mundial de la Salud declaró que la creciente propagación de la viruela símica (o viruela del mono o también «mpox») en África es una emergencia de salud global, y advirtió que el virus podría acabar traspasando las fronteras internacionales como sucedió con el Covid.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo el anuncio luego de una reunión del comité de emergencia de la agencia de salud de la ONU. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC por sus siglas en inglés) declararon el martes que la viruela del mon, era una emergencia de salud pública en el continente.
La OMS señaló que se han registrado más de 14.000 casos y 524 muertes en África este año, cifras que ya superan las del año pasado.
El temor a la propagación de una nueva versión
Hasta ahora, más del 96% de todos los casos y decesos se han reportado en un sólo país: la República Democrática del Congo. Los científicos están preocupados por la propagación de una nueva versión de la enfermedad que podría contagiarse más fácilmente entre las personas.
¿Qué es la viruela del mono?
Un equipo de científicos identificó por primera vez la viruela del mono en 1958, cuando se registraron brotes de una enfermedad “parecida a la viruela” en monos. Hasta hace poco, la mayoría de los casos en humanos habían sido de personas del centro y el oeste de África que habían tenido contacto cercano con animales infectados.
En 2022 se confirmó por primera vez que el virus se contagiaba por vía sexual, y provocó brotes en más de 70 países del mundo que nunca antes habían reportado casos de viruela del mono.
La viruela símica pertenece a la misma familia de virus que la viruela, pero provoca síntomas más leves, como fiebre, escalofríos y dolores corporales. Las personas con casos más graves pueden desarrollar lesiones en la cara, las manos, el pecho y los genitales.
¿Qué está pasando en África que está provocando tanta preocupación?
El número de casos ha aumentado drásticamente. La semana pasada, los CDC de África reportaron que la viruela símica ya ha sido detectada en por lo menos 13 países africanos. La agencia señaló que los casos han subido 160% y las muertes 19% en comparación con las cifras registradas en el mismo periodo del año pasado.
Hace unos meses, científicos reportaron que había surgido una nueva forma de viruela símica en una localidad minera congoleña que puede matar hasta el 10% de las personas y podría propagarse con mayor facilidad.
A diferencia de los brotes anteriores de viruela del mono, en los que se observaron lesiones principalmente en el pecho, en las manos y en los pies, la nueva versión de la viruela símica causa síntomas menos intensos y lesiones en los genitales. Esto hace que sea más difícil de detectar, lo que significa que las personas pueden contagiar a otras sin saber que están infectadas.
La OMS indicó que la viruela del mono se ha detectado recientemente por primera vez en cuatro países del este de África: Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Todos esos brotes estaban relacionados con la epidemia en la República Democrática del Congo. Tedros manifestó su preocupación por la posible propagación de la enfermedad dentro y fuera de África.
En Costa de Marfil y Sudáfrica, las autoridades sanitarias han reportado brotes de una versión diferente y menos peligrosa de la viruela símica que se propagó por todo el mundo en 2022.
¿Qué significa una declaración de emergencia?
La declaración de emergencia de la OMS pretende incitar a los organismos donantes y a los países a tomar medidas. Pero la respuesta mundial a declaraciones anteriores ha sido desigual.
El director general de los CDC de África, el doctor Jean Kaseya, dijo que la declaración de la agencia de la existencia de una emergencia de salud pública pretende “movilizar a nuestras instituciones, nuestra voluntad colectiva y nuestros recursos para actuar rápida y decididamente”. Pidió ayuda a los socios internacionales de África, y señaló que, en gran medida, el creciente número de casos en el continente ha sido ignorado.
“Está claro que las actuales estrategias de control no funcionan y que hay una evidente necesidad de más recursos”, dijo Michael Marks, profesor de medicina de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. “Si una (declaración de emergencia mundial) es el mecanismo para desbloquear estas cosas, entonces está justificada”, afirmó.
¿Cuál es la diferencia entre el brote actual en África y la epidemia de 2022?
Durante el brote mundial de viruela símica en 2022, la gran mayoría de los casos eran de hombres homosexuales y bisexuales, y el virus se propagó principalmente a través de contactos cercanos, incluidas las relaciones sexuales.
Aunque se han observado algunos patrones similares en África, ahora niños menores de 15 años representan más del 70% de los casos de viruela símica y el 85% de las muertes en la República Democrática del Congo.
Previo a su reunión de emergencia, Tedros señaló que los funcionarios estaban haciendo frente a varios brotes de viruela del mono en diversos países con “distintas formas de transmisión y diferentes niveles de riesgo”.
“Frenar estos brotes requerirá una respuesta integral y a la medida”, afirmó.
Greg Ramm, director de Save the Children en la República Democrática del Congo, dijo que esa organización estaba especialmente preocupada por la propagación de la viruela símica en los atestados campos de refugiados del este, e hizo notar que había 345.000 niños “hacinados en tiendas de campaña en condiciones insalubres”. Comentó que el sistema sanitario del país ya estaba “viniéndose abajo” bajo la presión de la desnutrición, el sarampión y el cólera.
La doctora Boghuma Titanji, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory, dijo que no está claro por qué los niños se ven afectados tan desproporcionadamente por la viruela símica en la República Democrática del Congo. Señaló que podría deberse a que los menores son más susceptibles al virus o que ciertos factores sociales, como el hacinamiento y la exposición a padres que contrajeron la enfermedad, podrían explicarlo.