Este miércoles no se podrá viajar ni despachar mercaderías en tren ni en avión, tampoco en taxi, subte o barco por el paro general lanzado por la Mesa Nacional del Transporte.
Este miércoles 30 se cumplirá el paro de transporte lanzado hace dos semanas y la adhesión se prevé alta, aunque no participará la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), conducida por Roberto Fernández, que decidió mantener el servicio.
El mediodía de este lunes, en la Secretaría de Trabajo, el gremio de colectiveros mantuvo una reunión paritaria con las cámaras empresarias al límite de la finalización de la conciliación obligatoria y no hubo acuerdo aunque decidieron un paro pero para el jueves 31 y sólo en Buenos Aires.
La semana pasada, la Mesa Nacional del Transporte se reunió con los principales dirigentes del sector en la mesa: Hugo y Pablo Moyano (Camioneros), Omar Maturano (La Fraternidad), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y Pablo Biró (Asociación de Pilotos de Línes Aéreas). En ese encuentro ratificaron el paro, marcando la disconformidad con las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, la caída del poder adquisitivo de los salarios y el plan de privatización y aumento de las tarifas que la Casa Rosada lleva adelante.
«No es momento de dialogar con el Gobierno. Hay que confrontar porque no escuchan los reclamos», sostuvo Pablo Moyano, dirigente de Camioneros y cotitular del CGT.
La medida que busca quebrar la paz sindical con el Gobierno afectará tanto a pasajeros como a la industria. El miércoles no habrá servicios de trenes de pasajeros ni de carga, tampoco funcionarian los puertos y barcos; los camiones de carga quedarán paralizados, al igual que la mayor parte de las aerolíneas comerciales de pasajeros.
En las ciudades, los peones de taxi tampoco circularán por las calles; y la Ciudad de Buenos Aires tampoco podrá viajarse en subte.
“Defender la soberanía del país, representada en las Rutas Nacionales, los trenes, mares, ríos y cielos”, fue la consigna que lanzaron desde la Mesa Nacional del Transporte; integrada también por la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT) y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
El paro contará con el respaldo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) –que iniciará una medida de fuerza este martes 29– y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Pero la que estaba en duda era la participación de la UTA. Días atrás, Fernández marcó la posición de su gremio aislándose de la lucha gremial unificada por la mesa nacional: «Primero están los nuestros», sostuvo.
Entre plegarse al paro del 30 o definir un día distinto para marcar su distanciamiento del sector integrado por los Moyano, la UTA decidió hacer su propio paro el 31.
A pesar de su resistencia para plegarse a una medida gremial conjunta, la UTA atraviesa las problemáticas planteadas por el plan de gobierno de La Libertad Avanza: desde el cierre del Fondo de Compensación del Transporte Público del Interior, que llevó los boletos por encima de los 1.000 pesos y pone en riesgo la sostenibilidad para pasajeros y empresas hasta la desregulación de los servicios de media y larga distancia.
En paralelo, la semana pasada, el Gobierno anunció la privatización del tren Belgrano Cargas y desnudó su afán de correr al Estado de la política de transporte por una cuestión estrictamente ideológica. Cuando el vocero presidencial Manuel Adorni comunicó la decisión, habló de correr la «intromisión del Estado» y arrojó cifras falsas. Según los números oficiales sobre carga transportada, bajo gestión pública, el Belgrano Cargas pasó de transportar 766 toneladas en 2013 a 2,7 millones de toneladas en 2023; a la par de que se realizaron inversiones en el mejoramiento del servicio y las vías.
El mismo avance privatizador se registra en el caso de Aerolíneas Argentinas, que pese a haber quedado fuera del capítulo de la Ley Bases que habilitó al Gobierno a vender las empresas públicas, continúa bajo asedio con la firma de decretos y negociaciones con la oposición dialoguista para que se avance en su venta.
«Probablemente haya opiniones diversas, tendremos que tener una postura unificada. Pero mayoritariamente estamos de acuerdo con la privatización», dijo el presidente del bloque de Diputados de la UCR, Rodrigo De Loredo, tras una reunión en Casa Rosada la semana pasada.