Lino Moreno es una persona considerada de «altísima peligrosidad» pero desde que se fugó del penal de Orán no hay datos ni pistas sobre su paradero. El sicario estaba condenado a prisión perpetua.
Lino Ademar Moreno, uno de los sicarios del narco clan Castedo y que participó del crimen de Liliana Ledesma en 2006, se fugó durante una salida transitoria que fue concedida el año pasado por el Juez de Orán, Edgardo Laurenci.
Hasta el momento, el hombre considerado de altísima peligrosidad sigue prófugo y no hay pistas ni datos sobre su paradero. Este lunes, el ministro de Seguridad de Salta, Marcelo Domínguez, aseguró que pregunta diariamente sobre el caso del sicario y deslizó que «hay datos pero, en todos los casos, hay que solicitar a la justicia los allanamientos».
El funcionario recordó que Lino Moreno cumplía prisión y que «el servicio penitenciario no tuvo ninguna responsabilidad» en las salidas transitorios que autorizó la justicia y se excusó, nuevamente, de hablar sobre el Juez que permitió las salidas del sicario condenado a perpetua.
En octubre de 2022, el Juez Laurenci habilitó a Moreno salir de la Unidad Carcelaria N°3 de Orán un domingo al mes, con la finalidad de afianzar lazos familiares. Su tío se presentó como tutor y el 18 de julio pasado, cuando las salidas habían sido ampliadas, el sicario -simplemente- se esfumó.
El Ministro de Seguridad aseguró que están buscando con todos los elementos a su alcance, «siempre y cuando el prófugo se encuentre en territorio argentino».
Crimen de Liliana Ledesma
El hecho ocurrió el 21 de setiembre de 2006, cuando la productora Liliana Ledesma murió en Salvador Mazza tras recibir 7 puñaladas. Se había resistido junto a otros pequeños productores a ser desalojada de los caminos vecinales por donde se traficaban toneladas de cocaína. Su cuerpo presentaba cortes en sus labios, la señal del silencio.
Por el crimen, la ex Cámara en lo Criminal de San Ramón de la Nueva Orán condenó como coautores del homicidio calificado, a María Gabriela Aparicio, Aníbal Tárraga, Lino Ademar Moreno y Casimiro Torres, a quienes les impusieron la pena de prisión perpetua. En tanto, Patricia Guerra fue condenada a la pena de diez años de prisión y Juan Moreno recibió la pena de cuatro años de prisión efectiva.