El contenido del celular del acusado del intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner se recuperó durante una pericia hecha por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Cincuenta gigas de información del teléfono celular de Fernando Sabag Montiel, acusado del intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, fueron recuperados durante una pericia hecha por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), incluidos los mensajes y contactos en el sistema de mensajería encriptado Telegram.
El titular del organismo, José Glinski, se presentó este jueves en los tribunales federales de Retiro para informar sobre todo lo recuperado a la jueza del caso, María Eugenia Capuchetti, y al fiscal Carlos Rívolo, en una reunión que tuvo lugar durante casi una hora en el tercer piso del edificio, sede del despacho de la magistrada.
«50 gigas es el total de información recuperada del teléfono de Sabag Montiel», informaron fuentes de la investigación, que explicaron además qué, para la extracción de datos de la «nube», se contó con la colaboración de la empresa Cellebrite a los efectos de requerir la herramienta UFED Cloud, que se utiliza para extraer información.
Ese software permite extraer datos de dominio público y privado, redes sociales, mensajería instantánea, almacenamiento de archivos, páginas web y otro contenido basado en la nube, detallaron las fuentes.
El teléfono de Sabag Montiel se reseteó al inicio de la investigación, tras ser manipulado en un intento por abrirlo, y en un primer momento sólo se accedió a parte del contenido.
Ahora, con el acceso total logrado, la expectativa «pasa por recuperar los mensajes que recibió» el acusado del intento de magnicidio después del 1 de septiembre, día del hecho. Y también por determinar sus contactos e intercambios en Telegram.
El teléfono estaba apagado, pero tras el recupero en la «nube» de mensajes que recibió en WhatsApp y Telegram y de tres cuentas de Google empezará un análisis para determinar quiénes le escribieron luego del hecho o cuáles de los grupos que integraba siguieron activos.
«Es una prueba clave en relación a la posibilidad de que alguien haya instigado» los hechos, explicó Glinski sobre el recupero de la información en la «nube», en declaraciones a la prensa antes de ingresar a Comodoro Py 2002 a entrevistarse con la magistrada.