En Salta, como en no pocos lugares rige una prohibición sobre el uso de pirotecnia sonora, y para quienes andan por la vida ignorando las leyes, su vigencia es desde hace dos años, cuando el Gobierno de la Provincia promulgó la Ley N° 8.340, aunque nadie que cometa un delito pueda alegar desconocimiento de las normas.
Por Diego Comba
Bueno, si, usar y vender pirotecnia sonora en Salta se convierte en un delito y… ¿cómo se les dice a los que cometen un delito? bueno, eso.
Un dato no menor es que se trata de una ley de orden público, esto quiere decir que es una ley de las que establecen condiciones para la vida en sociedad, y esto implica que no puede ser alterada por capricho de las personas, en este caso por los que venden y compran pirotecnia sonora.
Para aclarar un poco más esto, porque a juzgar por lo ocurrido durante la nochebuena es necesario explicar hasta lo obvio, este tipo de leyes, consideradas de orden público, son imperativas y afectan a principios fundamentales de la sociedad, como los políticos, económicos, religiosos o sociales, y son más que necesarias para mantener las condiciones mínimas de convivencia y no pueden ser ignoradas por los particulares.
Y aquí nos encontramos con un problema, el de la convivencia, díficil cuando se convive con personas que por capricho deciden cometer un delito, y la convivencia tiene que ver con que esta Ley se dispuso como medida de protección a personas con diferentes patologías, enfermedades, condiciones o simplemente por prevención de accidentes que podrían llegar a ser fatales (por si no se entiende un accidente faltas es uno que termina con la vida de una o más personas), el cuidado de los animales y también del ambiente, aunque el solo uso de pirotecnia lumínica también afecte el ambiente, a algunos animales y sigan significando un riesgo para la integridad física de las personas, pero ya eliminar la pirotecnia sonora es un paso fundamental.
Vayamos entonces a desglosar lo que provoca tu pirotecnia sonora (reiterando que venderla y usarla es un delito) por ejemplo en personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista):
- Pueden experimentar irritabilidad, nerviosismo, miedo o ansiedad.
- Pueden sentir la necesidad de huir y buscar un lugar tranquilo y seguro.
- Pueden tener crisis de llanto y gritos.
- Pueden llegar a autolesionarse.
- Pueden manifestar la molestia de una forma agresiva
Es menester entender entonces que tu diversión se convierte en un muy mal momento para montón de personas, porque no solamente afectás a las personas con TEA, sino a TODO su entorno
Ahora desarrollemos un poco lo que causa tu pirotecnia sonora en los animales
- Miedo y fobias: Los ruidos fuertes y repentinos de los fuegos artificiales pueden provocar miedo y ansiedad en los animales, lo que puede derivar en fobias.
- Desorientación: Las aves pueden desorientarse por los estímulos visuales y acústicos de la pirotecnia, lo que puede llevarlas a chocar contra obstáculos o impactar contra cables de alta tensión.
- Problemas auditivos: Los estallidos de los fuegos artificiales pueden dañar el sistema auditivo de los perros y gatos.
- Abortos espontáneos: En el caso de los conejos, la pirotecnia puede desajustarlos tanto que les produce abortos espontáneos.
- Ataques de pánico: En casos severos, la pirotecnia puede llevar a los animales a sufrir ataques de pánico.
- Problemas cardíacos: Los estímulos de la pirotecnia pueden provocar un aumento del ritmo cardíaco y respiratorio en los animales, lo que puede derivar en infartos.
- Comportamientos destructivos: La pirotecnia puede provocar que los animales se comporten de manera destructiva
Mirá cuánto y a quienes va jodiendo tu diversión (que es un delito)
Y por si no te importan ni los animales ni las personas con TEA, al menos podrías pensar en vos, en cuánto te afecta el uso de pirotecnia, digo, por si sos de las no pocas personas que hacen un culto al individualismo.
- Contaminación del aire: Los fuegos artificiales liberan gases contaminantes como monóxido de carbono (CO) y material particulado que pueden permanecer en el aire por horas o días, exponiendo a las personas a posibles efectos de salud a largo plazo.
- Contaminación del suelo y el agua: Los metales pesados como el bario, el estroncio y el cobre, utilizados para crear los colores brillantes, pueden filtrarse en el suelo y contaminar las fuentes de agua.
- Contaminación acústica: El sonido de los cohetes o petardos puede alcanzar hasta los 180 decibelios, lo que puede causar pérdida de audición irreversible.
Bueno, y lo obvio, siempre estas expuesto a quemaduras, en tu cuerpo o en el de los demás, y el peligro es tal que puede variar desde una quemadura muy simple hasta causar la muerte.
Otra discusión al respecto es el rol de los gobiernos en el control del cumplimiento de las leyes, cosa que es válida, porque si al final hubo pìrotecnia sonora, comercializada y utilizada, es porque algún control falló, aunque se hayan decomisando algunas (no importa si pocas o muchas) cantidades de pirotecnia prohibida. Pero nos permitamos pensar en qué se puede hacer al respecto para ser más efectivos en el control del cumplimiento de una ley que los ciudadanos debemos cumplir.
Una posibilidad es que los municipios dispongan de un responsable de control, de mínima, que esté en cada local habilitado para vender pirotecnia lumínica para tratar de garantizar el cumplimiento de la ley, o un policía, lo que implica destinar recursos humanos extras y en horarios extras a estas funciones, lo que puede derivar en descuidar otras áreas de control de otras normas (leyes u ordenanzas), a menos que se disponga de más presupuesto para la contratación de más personas, porque si vivimos en una sociedad evidentemente tan desapegada a las normas, es necesario contar con más recursos estatales para tratar de impedir la comisión de diferentes delitos.
Pongo como ejemplo aquí la ley de tolerancia cero al alcohol, una ley seguramente violada cientos de veces por montones de personas, que son noticia solamente cuando en un dispositivo de control son descubiertos y debidamente multados, pero el problema no son los descubiertos, sino los otros montones de personas que safaron o porque pasaron por lugares donde no había controles o en horarios por donde no estaban controlando, entonces lo que queda es poner un agente de tránsito o policía vial por cada cuadra de la ciudad para controlar a los desapegados a las normas que deciden conducir aunque hayan bebido (mucho o poco, no importa).
Entonces, el problema no es solamente el poco o nulo control estatal para procurar el cumplimiento de diferentes leyes, ni descansar en los gobiernos (nacional, provinciales y municipales) el absoluto control al cumplimiento de todas las leyes, que debemos cumplir los ciudadanos, porque la democracia no es solamente ir a votar y pagar impuestos, sino que es también una forma que permite involucrarse más en los asuntos de orden público, informarse, cumplir las leyes y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que al menos la gente que nos rodea también las cumpla.
Otra opción es que la Argentina prohiba la importación y fabricación de pirotecnia sonora, pero para eso hace falta la intervención del Gobierno Nacional, sea proponiendo esta prohibición, o promulgando una eventual ley sancionada por el Congreso de la Nación, y con las cosas como están, en aras de esa falsa libertad que promulga el administrador nacional de turno, en siempre desmedro de los otros, los vulnerables y los que no tienen voz, no parece que una medida de protección como estas pueda ser llevada adelante.
Entonces, nos queda apelar a la conciencia y responsabilidad colectiva, para que entendamos el impacto social de nuestras acciones, con empatía y solidaridad, porque tu diversión sonora, jode, mucho, a un montón de personas, animales y el ambiente, que sufren por tu irresponsabilidad.