Con la única intención de sumar al debate y aunque la reforma plantea me parece un acierto, creo que se quedaron cortos.
Dicen algunos que éste no es el mejor momento de vender una propiedad, yo creo que el momento ideal de vender algo es cuando aparece un comprador, pero para que aparezca un comprador hay que ofrecer lo que se quiere vender, después se negocia el precio. Bueno, con la reforma de la Constitución pasa lo mismo, el momento de reformarla es cuando se propone el debate en serio, no el mediático, no el de charlas en oficinas cerradas, entonces, mal que le pese a quien le pese, el momento de reformar la Constitución es ahora, porque ahora se propuso el debate.
Es verdad que fue una promesa de campaña que hizo Gustavo Sáenz allá por el 2.019, y en esa promesa fijó el eje en la limitación de mandatos; entonces una a favor es que con el proyecto de reforma está cumpliendo con una promesa, que en campaña no son promesas, son compromisos, y los compromisos deben cumplirse, a todos, pero ese es otro cantar, así que vamos a cantar esta canción, la de la reforma.
¿Es sano que se limiten los mandatos para garantizar la alternancia y por ende mayor participación política de quienes estén interesados en ocupar cargos públicos? En líneas generales si, o al menos en estas democracias jovencitas como las que tenemos en Latinoamérica.
Respecto de la limitación de los mandatos hay varias posturas, que si uno solo de 4 años, o de 6; que si dos de 4; que debería ser indefinido y que decida la gente, que no hace falta tocar nada y dejar todo como está, y la mejor opción será la que por consenso de la Convención Constituyente determine.
Un tema interesante del Proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo, y reclamado por la política desde hace varios años, es que el mandato de los concejales deba durar 4 años, también que el mínimo de concejales debe ser de 5 miembros. Además habría que actualizar la cantidad de miembros del Concejo capitalino.
En la reforma propuesta se agrega la figura del viceintendente, una figura que propuso allá lejos en el tiempo el exdiputado renovador Néstor “Hindú” Peyret en un proyecto de ley de reforma de la Constitución que presentó, y fue dormido por el entonces oficialismo de Juan Romero, eliminando así al presidente del concejo deliberante en su rol de intendente suplente, y aliviando a los oficialismos para que eventuales opositores elegidos presidentes de cualquier Concejo no ande queriendo complicar a la gestión haciendo preguntas incómodas o tratando de conseguir información que “complique” a los jefes comunales.
Pero me queda la sensación, casi certeza, que se quedaron cortos con los temas a tratar en la reforma, quizás por apuro o quizás por no querer meterse en temas más vidriosos. Ya que hay cierto consenso en que es necesario reformar la Constitución, para aggionarla a los tiempos que corren y actualizarla, hubiese sido buena la oportunidad para no apurar nada y trabajar en más reformas que las normas netamente electorales.
La Justicia y el Consejo de la Magistratura son dos puntos sobre los que no pocos especialistas constitucionalistas opinan que hay que mejorar, bien se podría haber hecho una consulta al respecto y llegar a definir si algo puede ser modificado en este sentido y qué.
Salta es la Provincia que más población indígena tiene, tanto en número de personas, como en cantidad de etnias, sin embargo no tienen ni voz, ni voto y no hay nada previsto en la reforma que los incluya para mejorar desde ahí sus condiciones como ciudadanos. En una provincia multicultural queda la sensación que sólo nos acordamos de ellos para definir nombrar docentes bilingües, pozos de agua y como se van a alimentar.
Otro tema que bien se podría considerar en una reforma de la Constitución es la Auditoría y una opción para nada descartable es la posibilidad de hacer de éste un mejor órgano de control, sin intervención política, en cuanto a la designación de sus miembros, y pensar, por ejemplo, en un órgano donde tengan participación diferentes colegios profesionales.
No hay perspectiva de género incluida en la reforma, habiendo en Salta muchas especialistas a las que se pudo consultar sobre el tema.
Queda la chance aún de lograr una Constitución moderna, sólida, sin fisuras (o con pocas al menos) y pensada no sólo para hoy y mañana, sino para unos 15 años.
Quizás haya más temas a reformas, y aunque pienso que el proyecto de reforma en sus temas es, al menos, interesante, también creo que se quedaron cortos con las temáticas, después de todo la alternancia y la limitación de mandatos no garantizan mejores gobiernos; garantiza que haya más participación, tal vez. Pero mejores gobiernos se hacen con más tolerancia a la crítica, más apertura al debate y más y mejores controles, también con ciudadanos más involucrados.