El club de la pelea

Reseña: El Club de la Pelea – “Cuestionar la rutina capitalista de estos tiempos”

Esta semana traigo para compartirles mis impresiones sobre “El club de la pelea”, un film de David Fincher estrenado en 1999. Este drama de suspenso es una adaptación de la novela “Figth club” de Chuck Palahniuk publicada años anteriores.

Interpretada por un elenco de lujo que incluye figuras de la talla de Edward Norton, ‎Brad Pitt‎, entre otros, desarrolla una trama existencial: un tipo sobrepasado por un insomnio interminable empieza a cuestionar su vida laboral y consumista. Su conflicto interno será una invitación para la exploración de nuevas situaciones que le permitan encontrar el antídoto salvador. Esa búsqueda lo llevará a concurrir a distintas reuniones de enfermos oncológicos destinadas a socializar problemas, miedos, compartir experiencias o buscar concejos paliativos. La convivencia con el dolor ajeno será, llamativamente, la mejor de todas las terapias para calmar ese malestar que lo inquieta. Su vida, basada en la fórmula preferida del sistema capitalista trabajo y consumo, será trastocada cuando fluyan en escena Marla Singer y Tyler Durden, por sobre todo. Ella conflictuará su repudiable accionar en las reuniones del dolor como así también pondrá en ebullición la pasión y el amor. Él, un vendedor de jabones, caracterizado por un estilo de vida “revolucionario” y crítico, lo llevará a cuestionar y combatir el mercantilismo superficial y sin sentido de estos tiempos. Hay un juego de roles entre el protagonista y este personaje que el telespectador tendrá que connotar.

“El club de la pelea” despliega temas como la felicidad o más bien la infelicidad. Un adulto con un trabajo estable, consumidor y capaz de pagar sus deudas podría considerarse, dentro de este sistema, como una persona correcta y hasta quizás exitosa. No es el caso del personaje principal quien comienza a padecer la rutina laboral, algo que le genera un sin sentido a la propia existencia y, por sobre todo, lo lleva a estar muerto en vida. La aparición de su alter ego es la excusa perfecta para concretar algún cambio. Tyler Durden, protagonizado por Brad Pitt, es lo que no es él: revolucionario, atractivo, sedicioso, antisistema, moralmente cuestionable y hasta deshumanizado. Alguien capaz de generar un quiebre en sus días direccionados y ampliamente dedicados al empleo como así también a la compra compulsiva de productos innecesarios.

El film es sin dudas una película de culto. Presenta una doble narración en off que actúa como complemento de las escenas. Construye una gran historia y se destaca por tener una edición sonora y audiovisual de lujo. Sin dudas toda la labor de fotografía como su parte artística dan cuenta, también, de la enorme producción y dedicación que le ha puesto 20th Century Fox. Es para destacar, también, la mano talentosa de su director David Fincher que ha logrado ensamblar, de una forma casi magistral, los elementos audiovisuales con una trama generadora de múltiples aspectos filosóficos, psicológicos y sociológicos.

Ver esta película es sin dudas un ritual imperdible. Como espectadores quedarán convidados a merodear diferentes facetas existenciales. Seguramente destinarán grandes pensamientos sobre el sentido de la vida o cuestiones relacionadas con lo que pasa en el mundo. Para nada es un film que merodea la autoayuda. Tranquilamente podría situarse como una deliciosa y cautivadora forma de desplegar, artísticamente, al hombre, las actividades cotidianas que hace o debería hacer, el entorno mercantilista que nos rodea. Una gran proyección sobre los interminables “mambos” que dan vueltas alrededor de una sociedad completamente imperfecta.

Si te interesó todo lo que armamos sobre “El club de la pelea” podés encontrarla en Netflix y Youtube.

¡Hasta la próxima!

Por Javier Dávalos para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los viernes de 22 a 00 horas por Radio Nacional Salta – AM690 o FM 102.7

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