Carlos Busqued (Presidencia Roque Sáenz Peña, Argentina, 1970 – Buenos Aires, 2021). Produjo los programas de radio Vidas Ejemplares, El otoño en Pekín y Prisionero del Planeta Infierno. Su primera novela, Bajo este sol tremendo, fue finalista Premio Herralde 2008. Magnetizado fue premiada en la XXV edición de los premios literarios San Clemente Rosalía-Abanca (2019).
“- Si me pienso en una reunión de gente, siempre me veo en un rincón lo más oscuro posible (…) En mi mundo, yo era el protagonista, y por más que estuviera en ese rincón oscuro, la gente estaba pendiente de lo que yo hacía en ese rincón. En la vida real yo esta en ese rincón, pero nadie me veía” (49)
Carlos Busqued entrevistó en la cárcel entre 2014 y 2015 a Ricardo Melogno quien en 1982 había asesinado a cuatro taxistas: tres en CABA y uno en Provincia. Desde un principio, el gran misterio es el móvil, intentar entender por qué mató, ya que como dice un juez “siempre se mata por algo… acá no había ningún motivo”. El protagonismo del entrevistador y narrador es darle una estructura narrativa a las 90 horas de entrevista grabada.
Los materiales con los que trabajó Carlos Busqued durante el 2014 y 2015 fueron diversos: entrevistas a Melogno, abogados, jueces y psiquiatras, informes de peritos, noticias periodísticas, etc. Estos discursos están expuestos en el libro formando una polifonía.
En relación al discurso estatal, el libro tiene, entre otros, un apartado que se titula “Treinta y cuatro años de Ricardo según el estado” en cual se revisan y citan los distintos diagnósticos a lo largo de los años y, sobre todo, el absurdo de que según cada jurisdicción, CABA y Provincia, sean diferentes:
“- En Capital soy inimputable, no comprendo mis actos. En Provincia comprendo y, en consecuencia, soy responsable de mis actos. Premio nobel de psiquiatría para la justicia de Provincia, que tiene el remedio para la locura: la avenida General Paz” (120)
Entre estos discursos y saberes que circulan y producen al sujeto criminal, las entrevistas que se van alternado exploran la “verdad” según el propio Melogno. Este también construye un saber sobre sí mismo, un relato: desde el conflicto con su madre espiritista, el viaje a Brasil para introducirse él también en la “magia” y así poder enfrentarla, hasta su posición actual en la cárcel donde tiene un santuario “satánico” con un cáliz que, según Ricardo, se lo entregó el entonces cardenal Bergoglio. En todo este proceso o biografía que arma Melogno podemos observar la idea de cambio, de fortalecimiento personal y a su posición en la cárcel. Imagen que contrasta tanto con la idea de “monstruo” como con la de ese chico flaco, retraído, absorto en sus pensamientos que describieron sus vecinos y el primer juez de instrucción que le tomó declaración.
Por último, además de las entrevistas, expedientes y noticias se encuentra la reconstrucción, la crónica propiamente dicha de lo ocurrido en 1982. Es en estos fragmentos donde, a pesar de apoyarse en los “hechos”, se ficcionaliza. Ejemplo de esto es el apartado “Electricidad y magnetismo”.
La forma que Carlos Busqued ha logrado dar al libro es, además de su trabajo documental, lo que destaca. Apertura y cierre son dos momentos esenciales en una narración. En este sentido, es central que el cierre, por lo menos de la entrevista, sea el siguiente:
«La única deuda que tengo, la única deuda trascendental, es ser una persona. Yo fui una cucaracha. Y después un monstruo. Y después un preso. Me gustaría ser una persona.» (146)
Magnetizado (2018) de Carlos Busqued
Editorial Anagrama 147 páginas