Marcelo Gallardo decidió arriesgar al equipo titular para enfrentar a Huracán en el torneo local, movida que salió como pensaba venciendo 3-1 en un gran partido y posicionándose como candidato. En la Libertadores debe enfrentar en semifinales al Palmeiras de Brasil.
Con un gran primer tiempo y con un segundo tiempo donde comenzó con altibajos, River superó bien a un Huracán que venía en levantada y exhibiendo un buen juego.
Sin brillar como en Montevideo, Carrascal volvió a aportar lucidez y una técnica exquisita ratificando que es otra gran apuesta de Gallardo que lo supo llevar de a poco, desde que hace dos años arribó al club millonario.
No fue la única certeza que se confirmó en Parque Patricios: la levantada de De La Cruz es definitiva más allá de gol por centro al arco lleno de veneno y del bombazo del 3 a 1, parecido al del Parque Central pero al primer palo. Zuculini sigue llegando por sorpresa: ayer hizo un gol, bien anulado pero gol al fin, y estuvo a un centímetro de conectar en el 2-0. Suárez sigue siendo el delantero más peligroso del equipo y ahora, encima, volvió al gol con esa pirueta que desafió a la física para hacer el 1-0.
Ponzio vuelve a demostrar que está para cuando el equipo lo necesite más allá de los achaques de sus casi 39. Angileri sigue tirando centros premium -el del primer gol, hermoso, al punto ciego en el que jamás podía llegar Cambeses y al anticipo de Borré-. Rojas y Díaz siguen firmes en el mano a mano. En todo caso fue Borré el que no logró un salto a su antigua versión después de desbloquear su hat-trick contra Nacional para cortar su sequía.
La visita se puso en ventaja a los 26 minutos con gol de Matías Suárez y amplió a los 34′, a través de Nicolás De La Cruz. En el complemento, Andrés Chávez, de penal a los 20′, descontó para el Globo, pero otra vez De La Cruz, la figura del partido, decretó el 3-1 a los 35′.
El encuentro se disputó en el estadio Tomás A. Ducó de Parque de los Patricios, con el arbitraje de Germán Delfino, quien expulsó por doble amonestación a Paulo Díaz a los 44 minutos del segundo tiempo.
En los primeros 45 minutos River fue muy superior. Un encuentro que comenzó chato y con pocas acciones de peligro, el equipo de Núñez lo resolvió en media hora de juego. Tuvo la tenencia de la pelota (63%), la usó mejor, ya que remató en siete oportunidades, tres fueron al arco y dos terminaron en gol.Además, desde la elaboración, los de Gallardo tuvieron una efectividad de pases por encima del 76 por ciento, datos que reflejaron su supremacía y el absoluto dominio para irse al descanso con clara y merecida ventaja.
En el complemento, el primer cuarto de hora fue muy bueno para Huracán, que pudo equilibrar las acciones. El Globo adelantó las líneas, le disputó la tenencia de la pelota y contó con la más clara en un confuso centro al área, en el que Juan Fernando Garro cabeceó al travesaño a los 14. Luego, mediante un absurdo penal de Paulo Díaz a Briasco, Andrés Chávez pudo cambiarlo por gol. Durante ese lapso, el Millonario sintió el golpe y pudo sufrir el empate tras una salida fuerte de Armani sobre Briasco, que todos reclamaron penal. Si bien la infracción existió, la jugada previa debió haberse anulado por mano de un futbolista de Huracán.
River de a poco se acomodó el partido y mucho tuvieron que ver los cambios de Marcelo Gallardo. Primero con el ingreso de Julián Álvarez, quien tuvo su gol tras una gran jugada personal, con enganche y remate por encima del travesaño. Y luego, porque el ingreso de Sosa le dio más libertad a Nicolás De La Cruz, quien decretó el partido con un golazo. A 38, cuando Huracán se arriesgaba en procura del empate, aparecieron los espacios, una maniobra que Carrascal manejó con maestría y que definió De la Cruz, con un remate ajustado contra el primer palo de Cambeses. 3-1 y asunto concluido.