Las andanzas de Leonardo Cositorto, propietario de la empresa Generación ZOE, dejo un saldo de 650 salteños estafados, entre ellos los 4 empleados que tenía en Salta, quienes no solo forman parte del grupo de inversores, sino que además perdieron su trabajo y están pasando por un momento difícil por las amenazas que reciben de otros inversores.
Ricardo Vilardel es uno de los 4 empleados que quedaron sin trabajo tras el cierre con escándalo de la empresa Generación ZOE y de ellos es el que a la vez oficia de vocero pidiendo “que se limpie nuestro nombre y devuelvan sus inversiones a la gente”.
Se trata de 650 personas que destinaron diferentes montos a invertir en este sueño del dinero digital, sin mucho trabajo, tampoco mucha inversión inicial y con la promesa de ganar sumas más que interesantes.
SI bien todos cobraban lo acordado, a comienzos de este año la pirámide se derrumbó y el sueño se convirtió en pesadilla, y más para los 4 empleados que quedaron expuestos ante todos los clientes y sus reacciones que van desde los insultos hasta las amenazas de muerte.
“La gente está muy enojada y nos hacen responsables de las artimañas de este señor que a nosotros también nos dañó, nos usó y nos trajo a este momento”, señaló Vilardel quien agradeció a los medios por darles la oportunidad de poder aclarar su situación.
El exempleado de la firma explicó que están “viviendo un calvario, es algo muy triste. Nosotros (los empleados) fuimos perjudicados con nuestras inversiones y además nos quedamos sin nada, sin trabajo, sin comisiones, cerraron las oficinas de golpe y hoy la gente en Salta nos quiere responsabilizar a nosotros de lo que pasó”.
“Nos están difamando, se complotaron contra nosotros, nos amenazan y nosotros somos sólo empleados” señala Vilardel y aclara que comenzó como estudiante en la universidad de Coaching en 2017, la empresa Generación Zoe se crea en 2019 y en 2021 “me vuelvo a contactar con él (Cositorto) que me invita a una conferencia en Córdoba” y pasó de tener una verdulería y dietética en su casa a vender un auto, cerrar todo e invertir también en este negocio, además de ser empleado de la firma.
“Además de hacer una inversión mínima me animé a encarar en este proyecto, también invitando a invertir a familiares y amigos, y nunca tuvimos un indicio de esta estafa porque presentaron una empresa como un holding muy importante, una universidad de trading que generaba muchas inversiones”.
Tras desmoronarse todo Vilardel y el resto de los hoy exempleados de la firma están pasando por un muy mal momento porque “nos deja expuestos a muchas cosas, yo soy casado, tengo dos hijos, yo no puedo trabajar y casi no salgo de mi casa por miedo, y mis hijos la están pasando muy mal también porque hay algunas personas que se las agarran con ellos en la calle o en las redes sociales” señaló Vilardel y agregó que “encima yo también perdí mi inversión inicial y me quedé sin eso, sin mi sueldo, sin mi trabajo y con una situación anímica muy complicada. Nos sentimos usados y engañados como todos los que invirtieron en esta empresa”.
“Hay unas 650 personas hoy en Salta que están esperando sus pagos. Hay que devolver esa plata. Fuimos todos seducidos y engañados. Hay gente muy humilde que hizo un gran esfuerzo para invertir. Y a nosotros nos están haciendo un daño moral muy grande” señaló el exempleado quien además informó que ellos iniciaron una demanda laboral y además una denuncia penal por la estafa que sufrieron.