Aún sin admitir públicamente la derrota, el presidente de los Estados Unidos comenzará el proceso de transición con su vencedor, Joe Biden.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio su aprobación a que su Gobierno asista al equipo de transición de su adversario Joe Biden, aunque sin reconocer su derrota en las elecciones del 3 de este mes y tras semanas en las que estuvo dedicado a librar una gigantesca batalla legal para impugnar los resultados.
La decisión de Trump se conoció poco después de que las autoridades del estado Michigan confirmaran el triunfo del demócrata, quien además, un poco más temprano, había sacudido la escena política local y mundial con el anuncio de varias de las principales figuras que lo acompañarán en el Gobierno a partir del 20 de enero.
Ese anuncio mostró a un presidente electo dedicado a mostrar un elenco de Gobierno diverso, en el que habrá lugar para un inmigrante latino en seguridad interior, un excanciller como John Kerry en el área del clima y el ambiente y una confirmación extraoficial de que -si el Senado lo permite- la secretaria del Tesoro será la expresidenta de la Reserva Federal Janet Yellen.
Biden también nominó a Antony Blinken, su asesor de larga data como secretario de Estado, a Jake Sullivan como asesor de Seguridad Nacional, al cubano Alejandro Mayorkas como secretario de Seguridad Interior -el primer inmigrante en ocupar esa cartera-, y a Kerry -quien como canciller firmó el Acuerdo de París- como delegado especial para asuntos climáticos.
Después de la jugada política de Biden de adelantar esas y otras figuras fuertes, el actual presidente aceptó dar inicio al proceso de transición, que implica acceso a documentos para la nueva administración.
Trump tuiteó que la Administración General de Servicios debería «hacer lo que sea necesario» luego de que la directora de la agencia, Emily Murphy, dijera que iba a iniciar el proceso, bloqueado hasta el momento.