Dados los síntomas neurológicos observados en una gran mayoría de personas con COVID-19, es probable que el SARS-CoV-2 penetre en el sistema nervioso central (SNC).
El coronavirus causa una enfermedad respiratoria pandémica, además de eventos tromboembólicos en todo el cuerpo, incluido el sistema nervioso central (SNC). Existe una creciente evidencia de que no solo afecta el tracto respiratorio y que al llegar al SNC, deviene en síntomas neurológicos como pérdida del olfato y el gusto, dolor de cabeza, fatiga, náuseas y vómitos en más de un tercio de las personas con COVID-19.
Además, se han notificado enfermedades cerebrovasculares agudas y alteración de la conciencia. Si bien estudios recientes han descrito la presencia de ARN viral en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo, no han tenido pruebas de una infección genuina por SARS-CoV-2. Por lo tanto, no se ha realizado un análisis sistemático de cerebros de autopsias y tejidos periféricos destinados a comprender el puerto de entrada y distribución del SARS-CoV-2 dentro del SNC
Usando muestras de tejido post mortem, un equipo liderado por Jenny Meinhardt, profesional del Departamento de Neuropatología, Charité Universitätsmedizin Berlin, ha estudiado los mecanismos por los cuales el coronavirus nuevo puede alcanzar los cerebros de pacientes con COVID-19, y cómo el sistema inmune responde al virus una vez que lo hace. Los resultados, que muestran coinciden en que entra en el cerebro vía las células nerviosas en la mucosa olfativa. Por primera vez, los investigadores han podido producir imágenes del microscopio electrónico de las partículas intactas del coronavirus dentro de la mucosa olfativa.
Ahora se reconoce que COVID-19 no es una enfermedad puramente respiratoria. Además de afectar a los pulmones, puede atacar al sistema cardiovascular, al aparato gastrointestinal y el sistema nervioso central. Más de uno en tres personas presentan, en promedio, síntomas neurológicos a partir del COVID-19 tales como disminución o cambio del sentido del olfato o gusto, dolores de cabeza, fatiga, vértigos, y náusea. En algunos pacientes, la enfermedad puede incluso dar lugar otras condiciones serias.
Hasta ahora, los investigadores habían sospechado que estas manifestaciones se deben a que el virus infecta las células específicas al cerebro. ¿Pero cómo SARS-CoV-2 consigue allí? Como parte de esta investigación, un equipo multidisciplinario: neuropatología, patología, forense, virología y cuidado clínico estudiaron muestras de tejido a partir de 33 pacientes (con una edad promedio de72) que habían muerto en Charité o el centro médico Göttingen de la universidad después de contratar COVID-19. Usando la última tecnología, los investigadores analizaron las muestras recogidas de la mucosa olfativa de los pacientes difuntos y a partir de cuatro diversas regiones del cerebro.