El Juez de Personas y Familia 2 Víctor Soria otorgó la guarda con fines de adopción de un niño de once años a quienes hasta ayer eran sus docentes.
Existen vínculos muy fuertes que surgen a partir de la cotidianeidad. Eso es lo que le pasó hace un tiempo a Luis, que hoy tiene once años, cuando conoció a Sara y a su marido Eduardo, profesores de su nueva escuela.
Esa relación se afianzó tanto que el juez Soria le otorgó la guarda con fines de adopción al matrimonio que tiene hijos grandes.
Luis va a dejar atrás una vida marcada por diferentes situaciones para empezar una nueva etapa en la que la contención, el amor y el cuidado van a ser la constante.
Este final tan anhelado se logró gracias al trabajo coordinado entre el mencionado magistrado, la Asesora de Incapaces Noelia Pérez de González, la Tutora Oficial Macarena Saravia Zenteno, la secretaria del Juzgado de Personas y Familia Nº 2 Imelda Caballero y el equipo técnico de la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia.
Los nombres de la nueva familia son ficticios por resguardos obvios pero la historia es real.