Por presuntas gravísimas irregularidades cometidas por efectivos que dirigen la Comisaria de Rivadavia Banda Sur, la Procuración General decidió conformar un departamento especial para investigar.
Según la denuncia anónima que se viralizó en redes sociales los policías de la comisaría que depende de la Unidad Regional 8 acusaron a sus jefes y compañeros de estar involucrados en una serie de delitos que incluyen robo, sobornos, cohechos, y tráfico de drogas y mercaderías.
Entre las acusaciones, se menciona que numerosos efectivos policiales realizan procedimientos ilegales con el fin de interceptar a bagayeros para robar sus pertenencias y venderlas posteriormente, sin documentar oficialmente estos procedimientos. Además, denunciaron que sus compañeros están involucrados en el tráfico de drogas, hojas de coca, y hasta carne obtenida de manera ilegal.
También acusaron que tras secuestrar una camioneta con unas 60 cubiertas, algunos policías comenzaron a venderlas y regalaron parte de ellas a los directores para comprar su silencio.
En el mensaje anónimo viral, aseguraron que informaron a los superiores pero que se decidió no tomar ninguna medida. Incluso, el propio ministro de Seguridad, Marcelo Domínguez, minimizó la acusación y dijo que era sólo un mensaje en redes sociales.
Sin embargo y contrariamente, el procurador general Pedro García Castiella dispuso la creación de una Unidad Fiscal conformada por los fiscales penales del distrito judicial del Norte con sede en Orán, Claudia Carreras y Carlos Alberto Salinas, para llevar adelante la investigación por las presuntas irregularidades.
Los fiscales Carreras y Salinas ya ordenaron el inicio de la averiguación preliminar, en cumplimiento de numerosas medidas necesarias a fines de corroborar las circunstancias en que habrían acontecido los hechos descriptos en las denuncias y analizar el mérito de lo expuesto a fines de avanzar en su esclarecimiento.