El exgobernador opinó que para superar la crisis no alcanza con un partido ni con un dirigente. Lo que se necesita, dijo es un gran acuerdo nacional. «Lo vamos a tener que hacer entre todos”, sostuvo.
Bajo el halo de la personalidad política del exgobernador Miguel Ragone, secuestrado y desaparecido en el marco del terrorismo estatal, el 11 de marzo de 1976, el exgobernador Juan Manuel Urtubey hizo consideraciones sobre la situación del país.
Urtubey participó de un homenaje a Ragone, realizado en la localidad de Cerrillos, en el mismo lugar donde fue abandonado el automóvil Peugeot que conducía el exmandatario peronista cuando fue secuestrado. “Es un faro interesante no solo para los salteños, para todos aquellos que creemos que desde el servicio público se puede lograr una sociedad mejor”, destacó sobre el exgobernador, una figura destacada de la política salteña.
«Hoy lo que está en crisis es esa integridad», dijo Urtubey en declaraciones a Radio Nacional en las que fue consultado sobre la reorganización del Partido Justicialista a nivel nacional. “Necesitamos un peronismo que le sirva a la gente y una política que le sirva a la gente porque lamentablemente la política y particularmente los partidos políticos, el peronismo no es una excepción, terminó siendo una expresión endogámica que en el mejor de los casos buscaba su autorepresentación y en definitiva eso ha entrado en crisis”, opinó. “O logramos no solo abrir un partido, abrir la política para que le sirva a la gente, o esto realmente está perdido”, alertó.
Dijo que hoy el peronismo vive «una diáspora en donde no hay una clara posición», aunque consideró que también «es natural que suceda» a solo 90 días de la asunción del nuevo gobierno y de una «durísima derrota». «Fundamentalmente había dejado de bregar por las políticas que construyeron al peronismo y eso profundiza aún más la crisis; por es natural lo que sucede, es un llamado de atención para construir lo que tenemos que construir a futuro”, añadió.
También consideró natural que no haya referentes en el peronismo, la historia muestra, dijo que «siempre va a pasar eso hasta que de esta diáspora surja una renovación». Pero «si nosotros queremos seguir haciendo más o menos lo mismo con más o menos la misma gente y de la misma manera, el peronismo no es una opción en la Argentina”, advirtió.
«Creo que aquellos que tienen responsabilidad institucional y los que tenemos vocación política debemos colaborar con la gente más que con el poder», respondió cuanso se le consultó sobre la discusión acerca de si las y los legisladores nacionales deben acompañar al gobierno nacional. «La mejor manera de colaborar es decir y hacer lo que pensás y lo que sentís, porque avanzar hacia la lógica del pensamiento único es dañino, no le sirve a la gente y fundamentalmente, termina lastimando aún más la representación, porque si los dicen o hacen cosas que no piensan o que no sienten se les nota demasiado y eso es lo que termina generando una crisis mayor”, agregó.
Asimismo, prefirió no hacer nombres de posibles líderes de la oposición. Lo necesario es que el país «pueda encontrar su lógica de representación» que sostenga los valores contenidos en el constitucionalismo social y para eso «no alcanza con un partido, no alcanza con un dirigente», se necesita, como ha pasado en cualquier parte del mundo ante una crisis, es «un gran acuerdo nacional para plantar esos derechos conculcados y yo estoy convencido que la Argentina va a eso, por eso digo: no va a alcanzar con un dirigente y no va a alcanzar con un partido por grande que sea, lo vamos a tener que hacer entre todos”, aseguró.
“Nosotros no vamos a lograr una institucionalidad que realmente sea vigorosa, que le devuelva a los argentinos un plexo de derechos (…) detrás de un liderazgo mesiánico de uno o dos dirigentes, lo que se necesita es un gran acuerdo nacional y estoy convencido que la Argentina debe caminar para ahí. En realidad los nombres propios serán una consecuencia de eso”, insistió.
Sobre la presión del gobierno nacional para la firma del denominado Pacto de Mayo, el exgobernador sostuvo: “Los acuerdos o son acuerdos o no son acuerdos, no hay acuerdo bajo presión en donde vos tenés que aprobar lo que no creés o lo que no pensás, entonces no hay acuerdo, hay imposición de unos sobre otros». En el mismo sentido, afirmó que «para lograr salir para adelante» el país debe «crecer en institucionalidad y no hay que pensar en legisladores de unos o de otros, hay que empezar a respetar la división de poderes
En esa línea opinó que «está bien que el gobierno nacional acuerde con los gobiernos provinciales», pero «después tiene que tratar de acordar con los legisladores, que no deben ser propiedad de nadie, y me parece que esa es una mala costumbre que tenemos que tratar de erradicar en la Argentina de una buena vez”.
Fuente: Salta/12