Las usurpaciones en la Argentina volvieron a ser noticias días pasado con la transmisión por parte de los medios de comunicación de la novela de la familia Etchevehere, que tuvo todos los condimentos propios de las ocupaciones tradicionales de los campos, contando incluso lo que pasa en nuestra provincia de Salta.
Contrariamente a lo sucedido con el campo de Entre Ríos del expresidente de la Sociedad Rural Argentina y ex Ministro de Agricultura nacional, en Salta también ocurren estas cuestiones, pero sin la trascendencia que tuvo el caso de Entre Ríos.
Aquí también hay usurpaciones que tienen mucho tiempo de antigüedad, con causas en la justicia y con mucha inacción por parte de las instituciones del Estado. Es más, coincidentemente con el caso de la disputa de tierras de la familia Etchevehere, en Salta también está la política o punteros políticos, detrás de cada uno de estos hechos.
Sin citar nombres, porque tampoco es cuestión de comprometer a los propietarios víctimas de estos delitos; días pasados mediante un zoon entre productores, se destacó el caso de unos grupos de personas que entraron a un campo de Embarcación y que a pesar de las denuncias de su propietario y las pruebas de propiedad, la gente sigue instalada en el mismo lugar.
Varios casos más en el Norte de la provincia, en Anta y en el Sur, forman parte de la preocupación de los productores agropecuarios locales que ven que la inseguridad jurídica no solo se refleja en los robos que agroquímicos, en los abigeatos o en las destrucción de silo bolsas (que afortunadamente aquí no se produjeron), sino principalmente en las ocupaciones ilegales de tierras privadas, sin argumentaciones lógicas y con la complicidad de algún político de la zona y la vista gorda de la justicia.
Todo indica que el bien alguna vez ganará. Al menos es el pensamiento que tienen los damnificados que esperan que la justicia alguna vez les llegue, aunque en la práctica todos sabemos que estos casos tienen una dilatada historia y probablemente nunca se terminen de resolver.
Las usurpaciones forman parte de la agenda de las instituciones que agrupan a los producores de Salta como así también de muchas provincias. Todos están alertas y seguramente serán solidarios en caso que se vuelva a producir algún otro caso, pero mientras tanto, los que ya tienen el problema, no encuentran ninguna solución.
La pregunta que surge es: ¿alguna vez se marcharán los ocupas de esos campos?. Nadie tiene la respuesta cierta. Lo más probable es que no, y si lo hacen seguramente será luego de una engorrosa negociación, donde finalmente el que accionó de manera ilegal, terminará consiguiendo algo.
El título de esta columna, que puede sonar como un error de sintaxis, es lo que en definitiva todos aquellos que incurren en este delito logran: “usurpa que algo te llevarás”.
Foto de Portada: La Gaceta Salta