El ministro de Economía y precandidato a presidente de unión por la Patria, Sergio Massa criticó el acuerdo porque «nos hizo perder soberanía» y gestiona un nuevo acuerdo en EEUU.
El ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, aseguró que el oficialismo se planteó un «proyecto de país» que incluye el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las negociaciones entre los equipos técnicos de la Argentina y la institución para cerrar un nuevo acuerdo.
«A la Argentina le dejaron un ancla muy complicada que es un acuerdo del 2018 con el Fondo Monetario Nacional, que nos hizo perder soberanía. Nos hemos planteado el desafío de discutir de igual a igual defendiendo nuestra convicción, nuestra soberanía y el interés de la Argentina con el Fondo», señaló el funcionario nacional.
En esa línea, el presidencialista subrayó: «También nos hemos planteado como proyecto de país un desafío para los próximos cuatro años, que es trabajar en lograr nuestra propia acumulación de reservas para pagarle al Fondo y que se vaya de la Argentina».
Desmentida
El jueves pasado, el FMI reiteró que se mantienen las conversaciones con el Gobierno argentino para alcanzar la reformulación del acuerdo vigente, pero no dio señales de un cierre en el corto plazo.
Asimismo, negó que haya recibido una carta por parte de China, miembro del directorio, en la que supuestamente se instaba a la institución a llegar a un entendimiento con la Argentina, dado que en caso contrario auxiliaría al país a financiar los vencimientos que debe afrontar hasta fin de año.
La posición del FMI fue expresada por la vocera, Julie Kozack, al reanudarse las conferencias de prensa en Washington luego de un mes de silencio.
Previo a las declaraciones de Kozack, la portavoz, Gabriela Cerruti, había señalado que «las negociaciones con el FMI van a demorar lo que tengan que demorarse para que estén preservados los intereses de los argentinos».
El viernes firmarían el nuevo acuerdo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Argentina podrían firmar un nuevo acuerdo este viernes, luego de más de doce semanas de negociaciones.
Según trascendió, funcionarios del Gobierno se están manejando con la posibilidad de que una misión que estaría encabezada por el jefe de asesores del Palacio de Hacienda, Leonardo Madcur, y el viceministro, Gabriel Rubisntein, parta hoy por la noche.
De todas maneras, no se descarta que el jueves viaje el ministro de Economía y precandidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, si todo llega a buen puerto.
La fecha de la firma sería el próximo viernes, ya que existe una premura en la tarea.
En agosto el FMI entra en receso de vacaciones, y si el directorio no trata el caso argentino, el país tendría que esperar hasta octubre para conseguir un desembolso de al menos 4.000 millones de dólares.
Como precandidato de Unión por la Patria, Massa aseguró en un acto en el gran Buenos Aires que el oficialismo se planteó un «proyecto de país» que incluye el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las negociaciones entre los equipos técnicos de la Argentina y la institución para cerrar un nuevo acuerdo.
Desde el inicio de las discusiones, el gobierno procuró que el organismo de crédito le desembolse los Derechos Especiales de Giro (DEGs) de la revisión de junio, la cual se incumplió, entre otras cuestiones, por la sequía.
A esta altura del año, la Argentina debería tener acumuladas reservas internacionales netas (RIN) por unos 9.000 millones de dólares, y consultores privados estiman que estaría en unos 6.000 millones de la moneda estadounidense.
En junio el Tesoro le pagó al Fondo unos 2.600 millones de dólares de un vencimiento, en parte con yuanes, mientras que en julio tiene que afrontar otros US$2.700 millones.
En Economía se propuso un anticipo de todos los desembolsos hasta el primer trimestre del 2024, pero el FMI podría anticipar unos 3.000 millones de dólares de septiembre.
El staff del Fondo le pide a la Argentina un «saldo discreto» del dólar A3500 de un 30 por ciento y una profundización del ajuste fiscal, algo que el Palacio de Hacienda busca evitar en un año electoral.